El otro desafío de los clubes de La Plata: cómo abordar riesgos legales y juicios
Edición Impresa | 6 de Junio de 2025 | 02:36

La demanda laboral contra el Centro de Fomento Los Hornos sentó un precedente y expuso la problemática que enfrentan los clubes de barrio al generar vínculos informales que parecen de “mutua colaboración” y sorprenden con demandas de tipo laboral. Este caso abrió el debate sobre las herramientas legales con las que cuentan estas instituciones para evitar convertirse en blanco de demandas e indemnizaciones millonarias.
Aún cuando funcionan “a pulmón”, con dedicación, esfuerzo y compromiso de vecinos que se hacen dirigentes y en la mayoría de los casos cuentan con recursos limitados, los clubes no están exentos de tener que enfrentar problemas de esta naturaleza.
Raúl Canova es abogado y representante legal de la Federación de Instituciones Culturales y Deportivas de La Plata. Para mitigar el riesgo de demandas consideró que “lo más criterioso es que cada institución tenga acceso a un asesoramiento legal, para evaluar de qué forma se puede tomar a las personas que se incorporen”.
Entre las estrategias legales, el letrado mencionó que “la única forma es blanquear al personal que se contrata, lo cual requiere un gasto que hoy no están en condiciones de afrontar”.
Es que al tratarse de asociaciones sin fines de lucro, la mayoría de los clubes de barrio no dispone de un presupuesto elevado para la contratación de personal, ya que dependen principalmente de las cuotas societarias y de lo recaudado a través de sus actividades. Como consecuencia, la gestión suele estar a cargo de socios y voluntarios.
Otra alternativa es la realización de contratos temporales. “Esto se puede realizar a través de un monotributo, como una prestación de servicio. Se paga por mes contra recibo. Pero, se lo puede aplicar por seis meses, porque si hay continuidad, según la justicia, hay relación laboral”.
Además, Canova resaltó la importancia de dejar por escrito la relación contractual. “Siempre debe estar claramente definido cuál es el vínculo que une a las partes, porque lo que suele ocurrir es que comienzan colaborando con buena voluntad y, con el tiempo, surge una demanda”, explicó. “Esto genera un gasto pero es un resguardo. Si no, te expones a éstas cosas, que por ahí te sale más caro que la certificación de una firma”, añadió.
Por lo general, este tipo de disputas legales suelen ser iniciadas por los profesores. “Por eso, lo ideal sería establecer un contrato de locación del espacio físico. De esa manera, el club se protege y los montos reclamados en una eventual demanda se reducen considerablemente”, señaló el letrado de la Federación de Instituciones, entidad que brinda asesoramiento legal a los clubes, a través de un Convenio con el Colegio de Abogados.
Por su parte, Leonardo Elgorriaga, vicepresidente de la Asociación de Abogados Laboralistas, explicó que “si la persona está en blanco, obviamente, las probabilidades de recibir un juicio disminuyen”. Sin embargo, “no hay nada que evite de manera rotunda la posibilidad que reciba una demanda laboral”, señaló.
Entre los letrados consultados se explicó que generalmente, en el caso de los clubes “una relación colaborativa pasa a ser laboral y es discutible. Y ahí se hace más complicado demostrar que no hubo un vínculo.
Por eso, se mencionó la necesidad de “una ley que proteja a las instituciones, porque ante una demanda no hay club que aguante”.
En su rol de abogado y presidente del Club Universitario, Marcelo Galland, titular del Concejo Deliberante, destacó la importancia de que los clubes cuenten con asesoramiento legal y acceso a información y capacitaciones para minimizar riesgos que puedan afectar su patrimonio y funcionamiento.
En este sentido, también se advierte sobre la necesidad de que el club esté cubierto por seguros que puedan responder en casos de responsabilidad civil, por ejemplo, en casos de lesiones o agresiones entre personas.
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