Dolor en La Plata por la muerte del arquitecto y docente Tomás Oscar García

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Íntegro, auténtico, comprometido con su profesión y su tiempo, Tomás Oscar García, quien falleció a los 83 años, deja huellas duraderas en el paisaje platense con su obra arquitectónica, y un fecundo aporte al debate con su vasta labor docente y sus ideas sobre las formas de hacer y legar la mejor Ciudad a sus habitantes futuros.

Wimpy, tal como se lo conoció ampliamente en los diferentes círculos del quehacer local, había nacido en La Plata el 17 de junio de 1942. Único hijo de Oscar García y Josefa Mauro, su abuelo Martín, vicecónsul de la República Española, fue fundador de la emblemática librería céntrica “La Normal”.

El comercio familiar, la casa de 60 entre 8 y 9, y la cercana Plaza Rocha fueron los escenarios de su infancia. Cursó los estudios primarios en el Normal 3, y los secundarios en el Nacional y el bachillerato de Bellas Artes; se graduó en la casa de avenida 1 como parte del cuadro de honor.

Su paso por la Facultad de Arquitectura de la UNLP coincidió con una fuerte militancia en los grupos del reformismo, donde encontraron cauce sus principios anarquistas. Una vez recibido, se abocó a la actividad privada, sin descuidar la docencia, en la que recorrió todos los estamentos, desde ayudante a profesor titular, y más: llegó a ser electo decano de la casa de estudios.

Destacado participante en innumerables concursos, entre sus predilectos consideraba el de la Terminal de Ómnibus de Azul, que ganó siendo aún estudiante; el de renovación urbana del centro de Santiago de Chile, en los tempranos ‘70, siempre respaldando el concepto de “arquitectura-ciudad” por sobre el de “vivienda-techo”; y el nuevo Teatro Argentino, del que fue uno de sus proyectistas y cuya construcción dirigió por más de veinte años.

Casado con Beatriz del Carmen Fayet, tuvieron tres hijos: Carla, Javier -fallecido en 2020- y Renata, quienes se prolongaron en ocho nietos, que lo describieron a la hora de la partida como un abuelo “inspirador, paciente, estimulante, resiliente, y por sobre todo, leal y generoso”.

 

Tomás Oscar García
Wimpy

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