El enigma infinito de Ricardo Piglia

“Blanco Nocturno” es una obra que desborda el género: un crimen exhibe y rebela la trama de la sociedad

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El 2010 marcó la publicación de “Blanco nocturno”, la cuarta novela de Ricardo Piglia, uno de los escritores más lúcidos y complejos de la literatura argentina contemporánea. Con esta obra, Piglia volvió a ese territorio que mejor conocía: el del policial como laboratorio literario y como dispositivo para pensar la Argentina. Ambientada en un pueblo ficticio la novela es mucho más que la historia de un asesinato: es un caleidoscopio donde confluyen el poder, la violencia, la memoria y la escritura.

La trama arranca con el hallazgo del cadáver de Tony Durán, un hombre mestizo, seductor y recién llegado de Nueva Jersey, que había iniciado una relación con las hermanas Ada y Sofía Belladona, herederas de una fortuna local. Todo parece señalar un crimen pasional, pero pronto se revela que el crimen es solo el punto de partida para desnudar viejas rencillas familiares, negocios turbios y heridas sociales que el tiempo no logró cerrar.

El comisario Croce, un personaje que condensa la experiencia del detective clásico con el olfato criollo, es quien intentará desentrañar el misterio, aunque pronto se verá enfrentado a un complot que excede cualquier lógica individual.

A lo largo de la novela, Piglia despliega un notable manejo de los recursos del policial negro: la construcción de atmósferas opresivas, el ritmo contenido, los diálogos cargados de doble sentido y una galería de personajes que parecen salidos de un sueño febril. Pero no es solo un policial: es también un ensayo disfrazado de ficción, una indagación sobre el dinero, el racismo, la violencia soterrada en los pueblos argentinos y la imposibilidad de narrar la verdad sin deformarla.

Uno de los grandes aciertos de Piglia es el narrador: Emilio Renzi, su alter ego literario, quien llega al pueblo para cubrir el caso como periodista y, al mismo tiempo, se convierte en un testigo privilegiado de las grietas morales y políticas de ese microcosmos rural. Renzi observa, reflexiona, interpreta, y en sus pensamientos se filtra la obsesión pigliana por la memoria: en esta obra los recuerdos son más peligrosos que las balas, y el verdadero poder reside en quienes saben manejar los secretos.

La prosa de Piglia en esta novela es precisa y elegante, cargada de frases cortantes que se clavan como estiletes. No hay lugar para lo accesorio: cada escena, cada diálogo, cada descripción contribuye a un clima de tensión que no cede hasta la última página.

En esta obra hay ecos de Borges en los laberintos que plantea el enigma, reminiscencias de Arlt en la crudeza con que se describe la corrupción provinciana, y una sombra de Walsh en la voluntad de desentrañar el poder real que se esconde tras los discursos oficiales. Al mismo tiempo, la novela renueva el policial local: no se limita a un juego intelectual, sino que lo ancla en un territorio concreto, con personajes que huelen, padecen y aman.

Blanco nocturno
RICARDO PIGLIA
Editorial: Plaza & Janes
Páginas: 304
Precio: $19.000
Ricardo Piglia
Blanco nocturno

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