La importancia del Canal de Magdalena en el desarrollo nacional

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Jorge Taiana *

Gracias a la extensión territorial, su posición geoestratégica, su bicontinentalidad y la riqueza de sus recursos, podemos afirmar que nuestro país tiene un futuro mucho más grande que su pasado. Proyectarlo de manera estratégica requiere, por un lado, de voluntad política e inversión, y por el otro, superar la fragmentación territorial que separa a la Argentina fluvial del Atlántico Sur.

Pensar el desarrollo nacional requiere consolidar una integración plena que permita vincular a la Argentina fluvial con la atlántica. Este desafío se vuelve mayor si se considera que, actualmente, el 95% de la carga comercial se transporta en camiones, ubicando a nuestro país entre los que tiene mayores costos logísticos de la región. Para revertir esta situación y ganar competitividad, la planificación debe sustentarse en la protección y gestión soberana de la carga, entendida como el núcleo que sostiene la flota fluvial, los puertos y todo el entramado marítimo.

En ese camino, la construcción del Canal de Magdalena ocupa un rol fundamental. Sin carga no hay puertos, sin puertos no existe marina mercante, y sin marina mercante es imposible consolidar la industria naval. El Canal de Magdalena puede transformar esta ecuación, al trasladar la logística interna al transporte fluvial, redefinir el comercio exterior, abaratar costos operativos y, al mismo tiempo, garantizar una gestión soberana de las vías navegables, reduciendo la dependencia de intereses externos.

Este canal constituye un proyecto estratégico que en sí mismo podría transformar el mapa de la navegación argentina. Por el Río de la Plata pasa más del 80% de las exportaciones de granos y el 90% de los contenedores que entran y salen del país, sin embargo, su poca profundidad y los bancos de arena obligan a los barcos a utilizar canales señalizados. Actualmente, la principal vía de navegación es el Canal de Punta Indio, cuya traza angosta y con curvas provoca demoras, incrementa los costos y el riesgo de accidentes. La ausencia de un canal que atraviese la vía troncal, que incluye a los ríos Paraná y de la Plata, provoca que un barco que debe ir desde el puerto de Quequén hasta el de Ramallo se vea forzado a transitar por aguas de un país extranjero.

El Canal de Magdalena es la alternativa para superar esas limitaciones, pues constituye una vía natural clave para integrar los puertos del Río de la Plata con los del litoral marítimo de las provincias argentinas. Al mismo tiempo, permitiría consolidar un verdadero corredor logístico nacional al servicio de las economías regionales, facilitando su inserción competitiva en los mercados internacionales. La ausencia de esta vía de acceso más eficiente al Río de la Plata limita el desarrollo del país, ya que al estar orientado en el sentido natural de la corriente, abarataría los costos de mantenimiento y acortaría los tiempos de navegación. Además, su construcción implicaría disminuir costos en combustible, transporte, seguros y fletes, generando beneficios tanto para productores como para consumidores, al tiempo que reforzaría la soberanía sobre las vías navegables y potenciaría la integración entre el sistema fluvial y el marítimo.

Se trata de un proyecto que tendría un fuerte impacto económico, con ahorros estimados en más de US$60 millones anuales para las navieras y cerca de US$150 millones para la economía nacional, al reemplazar en territorio argentino servicios que hoy se contratan en Montevideo, como practicaje, combustible y despacho. Además, si bien para su construcción es preciso remover sedimentos, este dragado tendría un menor impacto ambiental que el de Punta Indio.

Si bien ya fueron realizados todos los estudios técnicos y ambientales de rigurosidad para minimizar los riesgos y maximizar los beneficios, al tiempo que existe un consenso con la República Oriental del Uruguay para llevarlo a cabo, para que el Canal de Magdalena se concrete es necesario que haya voluntad política y que el Gobierno nacional asuma la prioridad que tiene este proyecto no solo para la Provincia de Buenos Aires, sino para todo el país.

El Canal de Magdalena es mucho más que una obra de infraestructura, es una apuesta estratégica para la economía y la soberanía nacional. Su concreción representa una oportunidad histórica para mejorar la competitividad y garantizar un mayor control sobre nuestras vías navegables.

* Sociólogo, exministro de Defensa de la Nación y candidato a diputado nacional (FP) por la Provincia

“Es mucho más que una obra de infraestructura, es una apuesta estratégica para la economía y la soberanía nacional”

Magdalena

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