2 de Abril de 1999 | 00:00
El ex ministro de Economía Domingo Cavallo destacó los logros alcanzados por el plan de Convertibilidad, y sostuvo que la Argentina "se puede reactivar inmediatamente" si el Gobierno anula las reformas impositiva y laboral y "toma la decisión de reducir el gasto público".
Al cumplirse ocho años de la puesta en marcha de la caja de conversión uno a uno entre peso y dólar, Cavallo, autor de ese proyecto, convocó a una conferencia de prensa en la sede de su partido, Acción por la República, en la cual formuló precisiones sobre la coyuntura política y económica.
Cavallo también dijo que cuando el real llegue a cotizar a 1,50 por dólar será un buen momento para que Brasil adopte la convertibilidad, y criticó con duros términos la idea de dolarizar la economía argentina impulsada por el presidente Carlos Menem.
Sobre la supuesta inacción del Gobierno en la actualidad, el ex ministro señaló: "Hoy estamos así porque no hemos sido capaces de introducir más cambios y más reformas que las que aplicamos hace ocho años con el plan de convertibilidad, que ha sido exitoso".
Cavallo dijo que quiere ser presidente porque "así como con la Convertibilidad derrotamos la inflación, vamos a aniquilar la desocupación introduciendo más reformas al plan económico, que se dejaron de hacer".
Señaló que después de la crisis del Tequila, la Argentina pudo ratificar la confianza internacional en el plan económico, y que tras las crisis de los países asiáticos, Rusia y Brasil, "no se desató desconfianza hacia el sistema monetario y el de bancos".
Añadió que los problemas derivados de la crisis de Brasil se deben a que el actual equipo económico encabezado por Roque Fernández "aumentó los costos de producción del sector agropecuario e industrial".
Criticó a su sucesor porque "no avanzó en la disminución del gasto público y en el aumento de la eficiencia de los gobiernos nacionales, provinciales y municipales", y lo acusó de aumentar los impuestos.
Cavallo sostuvo que la Convertibilidad "no es la culpable" del costo social de la desocupación y el aumento de la pobreza, y sostuvo que "la gente lo entiende muy bien porque le ha pedido a los dirigentes políticos que se mantenga la estabilidad".
"La gente no quiere que nadie hable de devaluación y lo bueno de la estabilidad es que estamos obligados todos a pensar como se corrige el problema de la desocupación", añadió el ex titular de Hacienda.
Cavallo dijo que el presidente Menem y Fernández "están distorsionando la verdad", y aseguró que ningún empresario ni productor agropecuario está diciendo que "quieren abandonar la convertibilidad, ni piden devaluación".
El ex ministro señaló que la convertibilidad es permanente, pero admitió que "algún día se va a salir de la paridad fija frente al dólar" y se podrá establecer la convertibilidad con otras monedas.
Estimó que ello ocurrirá "cuando Brasil haya adoptado la Convertibilidad" y se tenga una moneda común en el Mercosur que no pierda valor frente al dólar.
Cavallo opinó que si se dolarizara la economía argentina, se "perdería la posibilidad de tener una moneda como el Euro" o una moneda regional en el Mercosur.
Señaló que la moneda común para el Mercosur se podría crear "de inmediato" si Brasil "adopta en su economía un sistema de convertibilidad que le permita salir de la crisis, y estaríamos a meses de tener una moneda común".
El candidato presidencial de Acción por la República consideró que "todo eso es factible, pero no lo podemos hacer solos, Brasil tiene la decisión y este país no ha descartado la convertibilidad".
Estimó que cuando el Real, la moneda de Brasil, llegue a una paridad de 1,50 unidad por dólar, será el momento de aplicar la convertibilidad en ese país e ir a una moneda común.
Sostuvo que la dolarización "ha sido una pésima idea que alguien le ha dado al presidente (Carlos) Menem y perderíamos mas de 1.000 millones de dólares al año por la rentabilidad que generan los 30.000 millones de dólares que el Banco Central invierte".
Cavallo dijo que el costo social del plan económico "se debe a las reformas que no se hicieron" y consideró que la solución "puede venir con una reforma laboral que sea cumplible para las pequeñas y medianas empresas.
"Si siguiera la inflación todo esto sería peor, porque tendríamos más desocupación", añadió Cavallo, quien dijo que "la gente advierte, y los dirigentes políticos no se dan cuenta de que para derrotar la desocupación se necesita extender la idea de la convertibilidad a toda la política económica y la política social".
Dijo que si se le da poder "a las pequeñas empresas de negociar las condiciones de trabajo, las normas serán cumplibles, podrán acceder al crédito y entonces habrá mucha demanda de trabajo de las empresas y pleno empleo".
Según Cavallo, ahora ese poder "está en manos de las grandes corporaciones sindicales, centrales empresarias y el Congreso de la Nación, y las Pymes no pueden hacer más que sufrir las consecuencias de una mala legislación".
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