Los transformadores de luz y sus riesgos para la salud

Vecinos platenses están preocupados por la instalación de nuevas líneas de energía. Dicen que pueden afectar a las personas. Pero qué opinan los expertos

Al promediar el año 2000, investigaciones realizadas por medios periodísticos detectaron que algunos transformadores de energía eléctrica ubicados en el Conurbano bonaerense contenían la sustancia conocida como bifenilo policlorado (PCB), un componente de altísima toxicidad cuyos derivados llegaron a utilizarse como armas de guerra química durante la guerra de Vietnam.
El descubrimiento generó una suerte de psicosis entre los vecinos de muchas ciudades -nuestra región no fue ajena al fenómeno- que inmediatamente quisieron averiguar si la presencia de estos aparatos en sus barrios entrañaba algún riesgo sanitario.

A la preocupación inicial por el PCB, pronto se sumaron inquietudes por las interferencias que causarían sobre algunos artefactos domésticos los campos electromagnéticos que generan estos equipos, y la contaminación sonora que produce su zumbido incesante. Ahora bien, ¿cuáles de estas conjeturas responden a un riesgo cierto?
Según los especialistas del laboratorio de Alta Tensión del Instituto de Investigaciones Tecnológicas para Redes y Equipos Eléctricos perteneciente a la Universidad Nacional de La Plata, -entidad a la que el Ente Nacional Regulador de Energía encarga muchos de sus estudios-, "en los círculos científicos mundiales aún no se pudo demostrar una relación causa/efecto entre la intensidad de las emisiones electromagnéticas y la incidencia de alguna enfermedad".
"Esto significa que no se puede dar un sí o un no tajante" explica Patricia Arnera, directora del laboratorio: "pero se puede adelantar que de existir una influencia sería pequeña y a muy largo plazo; la Organización Mundial de la Salud estima que tendrá listos sus resultados definitivos recién hacia 2005".
El laboratorio de Alta Tensión de la UNLP realiza controles sobre calidad de servicio, cortes de energía y sus consecuencias, y anomalías en la vía pública. Además, calibra los equipamientos de generación, transporte y distribución de electricidad que se utilizan en todo el país. En el año 1998, participó junto a expertos internacionales, del ministerio de Salud y del CONICET, en la elaboración de las normas que impuso la Secretaría de Energía nacional a las empresas eléctricas.
Esas indicaciones establecen valores de emisión de campo electromagnético y de nivel de ruidos "que son inferiores incluso a los tomados como referencia mundial", según Patricia Arnera: "para poner un ejemplo, los aparatos hogareños, en general, producen más emisiones que el tendido eléctrico".
"En cuanto al PCB" -continúa Arnera- "siempre estuvo entre nosotros, así como aún perdura en los equipos que se utilizan en muchísimos países, incluso los Estados Unidos. Pero si se mantiene dentro de los transformadores, y en su concentración adecuada, no hay riesgo sanitario".
"Hemos hecho cientos de inspecciones y en general las empresas se acogen al respeto a las normas" indica Miguel Del Pozo, otro de los ingenieros del laboratorio. "En algún caso, las compañías han tenido que colocar pantallas de ruido, pero hasta ahora no sucedió en nuestra región".
Del Pozo cree que "los canales de reclamo están bien delimitados: la distribuidoras, en principio, y luego el ENRE; hay vecinos que nos consultan directamente a nosotros, pero les aconsejo que se dirijan inicialmente al ente regulador".
A comienzos de agosto de 2000, El Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) aseguró que los transformadores instalados en la vía pública, en la zona de concesión de las empresas Edenor, Edesur y Edelap no contenían bifenilos policlorados (PCB). En ese momento el organismo aclaró que "la sustancia refrigerante de los generadores en uso está compuesta por aceite mineral, libre de PCB". Las explicaciones del ente fueron más allá: "la utilización correcta y regular de PCB no ocasiona daños a la salud" se dijo.

Pero a mediados de septiembre del mismo año, el ENRE resolvió inspeccionar los transformadores pertenecientes a todas las empresas distribuidoras "para descartar la existencia de contaminación con PCB". El organismo también dispuso en las áreas concedidas una auditoría completa de los aparatos ubicados en propiedades de terceros y una verificación del "correcto depósito temporario de los residuos para su exportación, dado que su reemplazo definitivo está previsto en un plazo de 180 días".
El ENRE asegura que permanentemente se realiza "un estricto seguimiento de la gestión ambiental en el manejo de los equipos existentes que utilizan PCB como elementos aislantes o refrigerantes".
Por su parte, el Organismo de Control de la Energía Eléctrica bonaerense (OCEBA), a inicios de febrero de este año resolvió prorrogar hasta mayo el plazo para que las empresas eléctricas declaren si utilizan transformadores con PCB dentro de sus áreas de concesión.

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