La madre de Silvina Pelosso no quiere la pena de muerte para el asesino de su hija

Raquel Pelosso, madre de Silvina, la chica asesinada hace dos años en Estados Unidos junto a dos amigas, se mostró ayer en contra de que el homicida, Cary Stayner, sea condenado a la pena de muerte, aunque aseguró que la posibilidad de que sea ejecutado es "muy firme".
En ese sentido, Pelosso afirmó que la familia "respetará lo que diga la Justicia". Y consideró que la Fiscalía "seguramente" solicitará la pena capital contra Stayner.

"Le puede corresponder la pena de muerte, pero eso lo tiene que decidir la Fiscalía. Yo supongo que se va a pedir, aunque no estoy de acuerdo, pero voy a respetar lo que decida la Justicia norteamericana. De hecho eso lo decidirán la Fiscalía y el jurado", dijo.
"Nosotros nunca estuvimos a favor de la pena de muerte, pero no vamos a interferir", explicó la mujer.
En declaraciones a una radio porteña realizadas desde Modesto, Estados Unidos, donde participó de la audiencia preliminar por el crimen de su hija Silvina y de Juli y Carole Sund, la mujer señaló que sintió "mucho dolor" al escuchar la confesión del asesino, quien contó con lujo de detalles cómo ultimó a sus víctimas el 15 de febrero de 1999 en el parque Nacional Yosemite.
No obstante, Pelosso aclaró que, más allá del sufrimiento que le causó escuchar la pormenorizada descripción de las últimas horas de su hija de 16 años, "ya sabía" con lo que se iba a encontrar, dado que la Fiscalía los puso "sobreaviso".
"Nosotros habíamos tenido la oportunidad de conocer el contenido de la confesión. La fiscalía había sido muy cuidadosa en darnos la oportunidad de prepararnos sobre esto. Nos dijeron cómo podía ser la confesión de él", enfatizó.
Durante la audiencia, se escuchó una grabación realizada por agentes del FBI en la que Stayner admitió que durante un año y medio planeó "matar a alguien" y aclaró que la decisión de asesinar a la joven cordobesa y a sus dos amigas norteamericanas "fue casual", al tiempo que se jactó de cumplir "un trabajo".
Además, en la cinta el sujeto relató que el día del triple crimen ató a sus víctimas y llevó a Carole Sund -la mayor de ellas- al baño, donde la estranguló. Y agregó que no sabía que "era tan difícil estrangular a alguien".
Posteriormente, el asesino desnudó a Juli, de 15 años, y a Silvina y trató de que ambas mantuvieran relaciones sexuales lésbicas, pero a la joven argentina la tuvo que matar "porque lloraba".
Tras matar a Silvina y a Carole, Stayner violó más de una vez a Juli y le dijo que se quería quedar con ella, pero, posteriormente, la degolló con un cuchillo.
"Era una chica muy agradable y estaba muy calmada. Le dije que me gustaría mantenerla conmigo", señaló el homicida durante su confesión al FBI.
Al escuchar estos testimonios, el padre de Silvina, José Pelosso, reaccionó, saltó de su asiento y trató de atacar al sujeto, a quien le gritaba repetidamente "hijo de puta".
"La reacción de mi marido es predecible. Yo no reaccioné porque trato de que deje de tener poder sobre nosotros, e intento pensar en lo que fue Silvina, en los buenos recuerdos, aunque sin dudas sufrí mucho", dijo Raquel Pelosso.
Además, mientras en la sala de audiencia se escuchaba la confesión, el mismo Stayner se tapaba los oídos como no queriendo escuchar su propio testimonio.
Sin embargo, la madre de la adolescente asesinada no creyó que la reacción del asesino sea espontánea, sino que "es parte de la mímica que hace para llamar la atención".
"Quiere despertar compasión, como si tuviera un arrepentimiento que estoy convencida que no tiene", aseveró.
Tras la audiencia preliminar realizada hace dos días, el 16 de julio, se realizará otra presentación formal de cargos contra Stayner y dentro de los próximos 60 días se establecerá la fecha del juicio, aunque la defensa puede pedir una prórroga.

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