Misión parroquial del Sagrado Corazón

Por segundo año consecutivo, la Parroquia Sagrado Corazón de Quilmes prepara su visita a las diez mil familias que viven en su territorio parroquial, que se extiende desde la calle Martín Rodríguez hasta las vías, y desde República del Líbano hasta Laprida.

Contaron sus responsables: "El año pasado realizamos por primera vez esta misión. Nos acercamos a los hogares, hablamos con la gente que aceptó ser visitada y lo que más nos ha impactado es que, en medio de sus problemas, los males de nuestro tiempo que en menor o mayor medida todos padecemos, mucha gente estaba en la búsqueda de Dios, de la presencia de un Dios que los pudiera ayudar a restablecer el equilibrio perdido. Y fue una experiencia riquísima, para los misionados y para los misioneros".

La vecina Graciela Botta explicó el por qué de la misión: "Cuando la Iglesia está presente en algún lugar desde hace ya bastante tiempo, tenemos tendencia a creer que todo el mundo ha tenido la oportunidad de recibir el Evangelio. Cuando se visitan las familias, en primer lugar se les lleva un mensaje de paz. Se llega con respeto y cordialidad, con tiempo para escucharlas y conocer sus inquietudes. Sólo así se les puede dar una respuesta y se les puede proponer que, aunque tengan problemas, crean que Dios está cerca de ellos. Que este es el momento para deponer las amarguras y para confiar en que Dios va a solucionar, a su manera, lo que supera nuestras fuerzas. Y reproponerles también la vuelta a los valores del Evangelio", dijo.

Ante cualquier inquietud o consulta, los fieles pueden dirigirse al Padre Benito Moresco, párroco de esa comunidad, en Sáenz Peña 1439, Quilmes Oeste o al teléfono 4253-1531 o por correo electrónico a siervosquilmes@yahoo.com.ar.



Jóvenes y adultos
La misión la realizan los católicos de esa comunidad. Hombres y mujeres, muchos de ellos muy jóvenes, que están preparándose, recibiendo formación misionera y que, en grupos de dos, identificados con una credencial, recorrerán los barrios.

"La misión ayudará a la gente a reencontrarse con Jesucristo. Es una misión ecuménica. Muchos de los que nos reciben, sin integrarse en una comunidad cristiana, recordarán este paso del Señor y vivirán sus días con más fe. Y harán mejor su vida y la vida de los que los rodean. Y siempre hay otros que lo descubrirán de otro modo y llegarán a ser miembros activos de la Iglesia", dijo Botta.

El proyecto de esta Parroquia es un proyecto de todos y para todos. "Este tiempo de misión es un tiempo necesario para escucharnos, para acercarnos, para conocernos y para orientar nuestras acciones pastorales en la búsqueda de una vida distinta, con fe, con serenidad, con solidaridad, con esperanza", dijo.