Grandes despedidas

El grupo cierra hoy su gira y el bailarín se despide mañana de los escenarios con una función en el Obelisco

El fin de la gira de regreso de Soda Stereo, previsto para hoy, se suma al adiós de Julio Bocca a los escenarios, que se concretará mañana con una función en el Obelisco, para convertir a este fin de semana en el de las grandes despedidas, destinado a quedar en la memoria de muchos los argentinos.

Todo comenzará hoy cuando Soda Stereo vuelva a subir al escenario de River para cerrar su taquillera gira "Me Verás Volver", en la que será su sexta actuación en el monumental, una cifra record para una banda de rock.

"Gracias totales", fue lo último que dijo Gustavo Cerati hace 10 años cuando la banda, en el mismo estadio, se despedía de sus fanáticos.

Una década más tarde, Cerati se unió nuevamente con Zeta Bosio y Charly Alberti para realizar una intensa gira de tres meses que los llevó a ocho países de América, con más de 20 recitales.

El recital de hoy marcará el final de esa gira llegando a la friolera de seis estadios Monumental, lo que significará que -sólo en Buenos Aires- unas 360.000 personas vieron en vivo a la banda.

Con los seis estadios de River, Soda Stereo superará a la mítica banda británica Rolling Stones, que llegaron a cinco Monumental, aunque si se suman las tres veces que tocaron en Argentina, el cuarteto liderado por Mick Jagger y Keith Richards, se presentó en 13 oportunidades.

En principio, la gira latinoamericana de Soda Stereo iba a concluir el 15 de diciembre en el estadio Chateau Carreras de la ciudad de Córdoba, donde los vieron más de 40.000 personas, aunque sorpresivamente el propio Cerati anunció la realización de la fecha de hoy.

Soda Stereo se presentó durante esta gira en Chile, México, Estados Unidos, Panamá, Venezuela, Ecuador y Perú.

LA DESPEDIDA DE JULIO BOCCA

En tanto, el bailarín Julio Bocca cerrará mañana una gloriosa etapa de su vida, como prometió años atrás cuando dijo que se despediría de los escenarios al cumplir 40 años, y lo hará con una función que promete ser inolvidable en el Obelisco, a la cual el público tendrá acceso en forma libre y gratuita.

"Hice todo lo que quise hacer", anticipó Bocca el año pasado cuando inició una gira de enormes proporciones a fin de recorrer la mayor cantidad de escenarios sobre los que alguna vez bailó y también algunos en lo que a pesar de su fructífera carrera nunca habían podido contar con su presencia.

En esa gira, que concluirá mañana cuando Bocca cierre una etapa de su vida para iniciar otra llena también de proyectos y esperanzas, no sólo estuvieron incluidas las provincias argentinas y los países de América Latina sino también una gran cantidad de festivales y presentaciones en capitales europeas.

Bocca nació en Carapachay pero vivió en Munro -en el oeste del Gran Buenos Aires- donde su madre, una profesora de baile, le permitió desde pequeño concretar sus sueños de crear espacios a través del cuerpo e iniciar un camino que lo llevó a consagrarse como uno de los bailarines más importantes del mundo.

Sin embargo, a los 40 años, decidió poner fin a su brillante trayectoria sobre los escenarios para permitirse más tiempo en compañía de sus seres queridos, amigos y llevar a cabo otros proyectos relacionados con la danza y los espectáculos artísticos.

El hombre que ha dicho que le gusta decir las cosas "bailando", repartirá sus ocupaciones en la nueva etapa que inicia entre la dirección artística del Teatro Maipo, el Ballet Argentino, compañía que fundó hace más de hace 15 años, y el tiempo libre que le dejaran la ausencia de estudio, ensayos y puesta en escena de las mas difíciles obras hechas por el hombre para la danza que sólo un bailarín de su talla puede ejecutar.

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