Los apodos, una marca registrada

Más allá del nombre oficial, el apodo que recibe un club es prácticamente la marca en el orillo. Y conforme se convierte en una denominación aceptada, para el hincha de cada club pasa a ser casi como su identidad absoluta.

¿Quién de los simpatizantes mens sana acaso no se reconoce en esa definición? ¿Quién no se asume como tripero? ¿Quién no se siente profundamente identificado con el Lobo?

Claro que cada sobrenombre tiene por detrás una historia y un porqué.

LOS TRIPEROS

El primer apodo que recibieron los gimnasistas es el de triperos.

En sus comienzos, Gimnasia era un club de La Plata que tenía una gran cantidad de adictos en las afueras de la ciudad y también en Ensenada y Berisso, diferenciándose de su clásico rival, Estudiantes, que prácticamente sólo enrolaba en sus filas jugadores de la ciudad.

Allá por el año 1923, una cuarta parte de los integrantes de los planteles de Gimnasia, tanto residentes de la ciudad como de las afueras, trabajaban en los frigoríficos Swift y Armour, ambos de Berisso, y es así como a sus jugadores se los comienza a llamar por el apodo o sobrenombre de triperos, casi despectivamente, haciendo referencia a que muchos de ellos trabajaban en las triperías de esos establecimientos.

EL LOBO

El Lobo nace gracias a la mano del dibujante Julio César Trouet quien trabajaba para EL DIA en 1953. A Trouet le agradaba ilustrar en cierta forma a los clubes futbolísticos y si bien el “carnicero” era el personaje que representaba a Gimnasia, él no estaba totalmente satisfecho y le parecía que algo le faltaba. De ahí hablando con un grupo de amigos, sale la idea de que si Gimnasia estaba en el Bosque y si era tan astuto y rápido, tranquilamente se lo podía asociar con la imagen del lobo.

Así nacía una nueva imagen y un nuevo personaje, un lobo con la camiseta de Gimnasia. Y lo que empezó como un juego de dibujante, pasó a ser con el tiempo, una marca indeleble. El Lobo no llegó para desplazar al Tripero sino que le dio al club, con su cancha ubicada en pleno corazón del Bosque, algo mas.

En el año 1962, durante la gran campaña que hizo Gimnasia esa temporada, es cuando el famoso Lobo se convirtió en sinónimo de Gimnasia, haciéndose carne en el alma del hincha tripero.

LOS BASUREROS

Es otro de los apodos de los hinchas de Gimnasia. Y ésta fue una autodenominación. Todo surgió durante la presidencia de Oscar Venturino, titular del club entre 1967 y 1979. El mismo era el dueño de la compañía que tenía a su cargo la recolección de residuos de la ciudad, y los mismos hinchas triperos se nombraron como “los basureros”.

Aunque el nuevo apodo no se hizo rápidamente tan popular como los anteriores es común que muchos lo tengan presente ya que fue durante la gran campana del ‘70 cuando más se lo hizo conocer.

Con el paso del tiempo, el mote se repopularizó y en varios de los cantos de la hinchada se escucha partido a partido.

LOS MENS SANA

Más formal y menos futbolero, el apodo de “mens sana” fue otro de los acompañamientos de Gimnasia a lo largo de toda su historia.

En este caso, la mención es evidente y hace referencia al lema que define el espíritu del club: “Mens sana in corpore sano”.

Alguna vez alguien apeló al calificativo de mens sana y desde entonces, fue otro de los motes que identificó al club nacido hace 120 años.

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