Ganar es lo único importante.

     Otra vez sufrió, pero gozó. No le sobró nada, es cierto. Tan cierto como que a este equipo no le sobra nada. La realidad está en los números. Hace 5 fechas que Gimnasia no pierde, con dos triunfos y tres empates. Y para crecer como equipo, nada mejor que sumar.
     Después de dos años, Gimnasia pudo dar vuelta un resultado. Jugó bien en el primer tiempo, sin enloquecerse con la desventaja parcial. Se equivocó en el segundo tiempo, al punto de complicar un partido que estaba ganado. Debaría haberlo liquidado antes, hizo todo mal.
     Cuando un equipo gana y controla un partido, tiene varios caminos:
     - hacer más goles (la forma de definir este partido era esa).
     - circular la pelota.
     - ser sólido en defensa, si es necesario colgado del travesaño.
     El equipo de Sanguinetti no hizo nada de eso. Por eso la bronca del Topo y de algunos jugadores. Escobar habló de inmadurez, y tiene razón. No puede ser que la individual siempre sea la primera opción de juego. Tampoco necesitaba que Yedro se pusiese el traje de supehéroe. Sin embargo, la imagen del "Gordo" sacando la pelota en la línea es la foto que queda del partido.
     Parrafo aparte. ALONSO ES UN MONSTRUO. No estaba para jugar, llegó con lo justo y metió un cabezazo fantástico para el 1-1. Contagia, transmite, es vivo, sabe buscar espacios. Y asusta...los defensores jujeños sin él en cancha respiraron, salieron, atacaron. ¿Ganaba Gimnasia sin el Tornado? Mmmm...por suerte, los hubiera y los hubiese no existen.
     Bien Ormeño, bien Piatti. Crecieron en el complemento Escobar -100% lucha- y Yedro. Cumplió Piergüidi, mejor dicho es el que más se aproxima a aprovechar su oportunidad entre los delanteros de Gimnasia. No alcanza, pero es un pasito adelante. ¿Alguien se acuerda de que San Esteban jugó en una pierna? Aplauso, medalla y beso para un corajudo, aunque no haya jugado bien.
     En tres días, viene Arsenal a La Plata. Sin Civelli, sin Villar, ¿sin Alonso?, Gimnasia lo tiene que meter en su campo, haciendole sentir que esos puntos que al equipo de Alfaro no le sirven, para el Lobo son como aire libre de humo. Sumando puntos -y puntitos- 11 jugadores se convierten en un equipo. En eso está.