El parque de la estación Ranelagh sigue vigente

Durante años, mediante una tarea ardua y silenciosa, la comunidad de Ranelagh hizo una labor inmejorable para embellecer los sectores contiguos a la estación ferroviaria.

Su origen se remonta a 1958, cuando un grupo de damas encabezadas por Eva Hadjuk, junto con Irene Shepherd de Heath y Nelly Chiriguini, comenzó con las gestiones necesarias para convertir a los terrenos circundantes a la estación de trenes, que eran pajonales, en magníficos jardines que aún perduran. Esa ardua tarea, dio sus frutos con el correr de los años. En esos trabajos colaboró el ingeniero Oscar Chiesa, cuyo nombre alguna vez llevó el rosedal de los jardines del parque, quien fuera director de Parques y Paseos de la provincia de Buenos Aires, enviando el primer lote de árboles que se plantaron en ese lugar.

Mientras tanto, Eva Hadjuk, Enrique Collard Bovy (hijo), Buby Mahler y Salvador Torchiaro realizaron gestiones ante las autoridades de los entonces Ferrocarriles Argentinos, las que dieron permiso para limpiar los predios, su nivelación, eliminación de alambradas y postes, al igual que suspender el arrendamiento de los mismos, que hasta ese entonces servían como pastura de vacas y caballos.

Inclusive, fue la firma Reginald Lee SAIC la que facilitó una máquina de cortar pasto y que se constituyó en una valiosa herramienta para iniciar el mejoramiento de las tierras, y donde colaboraron maestras de escuelas vecinas.

Años después, se creó la Asociación de Amigos de la Estación Ranelagh, que cuidando el parque logró ganar varios premios por la belleza de la misma. Cabe resaltar que el predio del parque tiene 60 mil metros cuadrados, todo ello realizado y cuidado por la iniciativa vecinal.

Eva Hadjuk

Con posterioridad, al fallecer la tenaz vecina, el parque fue designado con el nombre de Eva Hadjuk, en un merecido homenaje a la principal impulsora de ese cuidado predio que brilla aún en la localidad de Ranelagh.

Debe señalarse, asimismo, que los paseos del parque Eva Hadjuk, contiguos a la estación de Ranelagh, están identificados con 4 carteles, cuyos nombres responden a otras tantas personas que algo tuvieron que ver con él. Uno recuerda a don César Enrique Thomas, otro a Longhi, quien muchas veces colaboró con la Salita de Primeros Auxilios de la zona y otras entidades, el restante a Beatriz, nombre de la dulce hija de Eva Hadjuk, y el restante a Chiesa, en recordación al ya mencionado ingeniero agrónomo.

No por nada a la zona se la denomina Ciudad Jardín, pues Ranelagh es digna merecedora de tener un parque tan bonito. En las últimas semanas, el parque fue más embellecido aún, construyéndose bicisendas y sendas peatonales para que los amantes del aire libre puedan recorrerlo y disfrutar de toda su extensión.