Un emotivo acto en la UNLP por sus graduados ilustres

Entregaron esa distinción a 29 profesores eméritos. El recuerdo de los hijos predilectos de la Universidad

En una abarrotada sala de sesiones del consejo superior, la UNLP entregó la distinción de Graduado Ilustre a 29 profesores eméritos de la casa de altos estudios. La ceremonia, presidida por el rector, Fernando Tauber, fue altamente emotiva y contó con la presencia de los decanos de las 9 facultades donde desarrollaron o desarrollan su carrera los galardonados, familiares, colegas y amigos.

Una de las intervenciones más aplaudidas durante el acto fue la de María Celia Agudo de Córsico, profesora en Filosofía y Ciencias de la Educación que cursó estudios de posgrado en Londres y Chicago. Tranquila, amable, la catedrática no dejaba de recibir saludos mientras contaba: "gané mi primer concurso docente en la UBA (1962), pero en el '66, tras la noche de los bastones largos, renuncié".

Había ganado su segundo concurso en la UNLP y continuó trabajando en nuestra ciudad. "Sólo hasta el '76 -subraya-. Luego estuve 8 años en Estados Unidos (donde fue contratada por la Universidad de Minnesota), en Ecuador, yendo y viniendo al país, hasta que retorné definitivamente en 1984", recuerda.

Su trayectoria es tan rica como extensa. Ingresó a la UNLP en 1949, lo que invita a preguntarle cómo la ve hoy. "Bien, en ascenso, consolidada como institución", enumera y señala: "me gustaría, dada la gran problemática educativa del país, que, a nivel general, se organicen mejor los recursos para ponerlos al servicio del rescate de la educación pública", a la que agradece y con la cual dice tener "una deuda permanente".

Raúl Grigera pisó por primera vez la UNLP en 1960. En el '72 se doctoró en Física. Autor de 10 libros e investigador superior del Conicet, fue invitado a dictar clases en universidades de Europa, Estados Unidos y Latinoamérica. Afirma que la casa de estudios platense "mantiene un prestigio internacional en materia de investigación", pero que "podría ser mayor". ¿Qué hace falta? "El presupuesto para plantear políticas propias de investigación por parte de la Universidad es insuficiente; la autonomía necesita de recursos", dice y añade: "hay que planificar, porque no todas las carreras tienen el mismo costo. Existen carencias en ese sentido".

MAS PRESUPUESTO Y MAS ALUMNOS

A su lado, el físico Mario Garavaglia, quien que se dedicó a la investigación de la óptica y el láser y lideró la difusión de los estudios de óptica en América Latina, también habla de "más presupuesto" y dice que "primero, la UNLP lo requiere por su importancia; segundo, éso posibilitará que haya más jóvenes graduados y, por tanto, docentes de mayor dedicación, y por último, más becas estudiantiles para los últimos años de las carreras: becas -enfatiza-, no puñaditos".

El químico Enrique Barán llegó a la UNLP en 1959, 4 años después que Garavaglia. Destaca el "excelente nivel de investigación y de recursos humanos con que contamos" y aboga porque haya cada vez más alumnos en la Universidad "pues es lo que el país necesita".

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