Aplausos para los jugadores y descontento con el técnico

Los 2.500 hinchas de Estudiantes que ayer estuvieron en una de las cabeceras del estadio mundialista de Liniers despidieron con aplausos a los jugadores, como reconocimiento al esfuerzo que realizaron durante los 90 minutos, pero también no ocultaron su descontento con el entrenador, que a doce fechas de iniciado el Apertura no ha conseguido darle una identidad futbolística, y ya suma siete derrotas en el torneo.

Los simpatizantes albirrojos se destacaron ayer por el abierto apoyo que le brindaron al equipo desde el comienzo y hasta el final del cotejo, pero lo más llamativo fue el aliento que le tributó a los jugadores durante largos pasajes del segundo tiempo, cuando con aciertos, y también con errores, buscaba afanosamente llegar al empate, algo que finalmente no pudo conseguir.

Pero la gritería fue ensordecedora en el José Amalfitani, y muy motivante para los profesionales albirrojos que se prodigaron con gran intensidad, olvidándose del cansancio.

Además, en el cierre, los despidieron con un cerrado aplauso que éstos, con cierta timidez por no haber podido rescatar un buen resultado, agradecieron con los brazos en alto.

No ocurrió lo mismo con el técnico Miguel Angel Russo que, si bien no fue abucheado, resultó evidente que no gustó entre los hinchas algunas decisiones tácticas que empleó, como la tardanza que tuvo en introducir las variantes en el equipo.

Esta claro que este nuevo contraste puso a Estudiantes otra vez entre las cuerdas, cuando buscaba dar un salto de calidad para escaparle al fondo de la tabla, donde está retenido desde el inicio mismo de la competencia.

Por eso los murmullos y las quejas de los hinchas en Liniers, y luego también las críticas de la gente que vio el partido por televisión y que luego las expresaron a través del contestador de la FM La Redonda, en donde directamente le apuntaron al conductor del equipo por la tardanza en la toma de las decisiones.

Las declaraciones de Russo luego del partido, tampoco convencieron y hasta potenciaron el malestar de la gente que, a esta altura, esperaba un Estudiantes peleando en lo alto de la tabla y no con esta realidad que preocupa.