Salen al rescate de la memoria de inmigrantes

Una fotografía y un relato breve sobre la imagen seleccionada. Historias de inmigrantes. Esa es la propuesta a la que convoca la Fondazione alla Scala, una entidad platense que difunde desde diversos medios la cultura italiana y que proyecta publicar uno o dos libros -según la respuesta de la gente, que ya se anticipa como voluminosa- con esas narraciones familiares que dan cuenta de la experiencia de dejar el país natal, por lo general devastado, para salir de la guerra, la miseria o ambas cosas y buscar un futuro más seguro en otro continente.

La foto última en la tierra donde se nació, por lo general ambientada en el puerto europeo del que se partió; la de alguna instancia durante el largo viaje en barco; la llegada a Buenos Aires; el aluvión de personas en el Hotel de los Inmigrantes; la Boca, donde muchos eligieron quedarse; la calle Nueva York de Berisso, lugar de estadía de tantos extranjeros que consiguieron trabajo en los frigoríficos y se quedaron para siempre; o cualquier barrio de la Región en el que se instalaron los "tanos", los "gallegos" o los "gringos" y que algún hijo, nieto o el mismo protagonista puede añadir con una reseña el contexto en el que fue vivido el instante plasmado en papel.

La inscripción para entregar la antigua imagen en blanco y negro y contar en pocas líneas quiénes protagonizaron la escena, en qué lugar se realizó la toma, bajo qué circunstancias y una fecha aproximada, está abierta para todo público en la entidad, a la que se puede llamar (teléfono 479-0429) o enviar un correo electrónico (funascala@gmail.com) para conocer en detalle los requisitos que se exigen para la publicación.

"Los brazos de los inmigrantes italianos", como se titulará la producción, contendrá 60 historias de ciudadanos de la península europea que eligieron radicarse en el país y 15 de personas que llegaron de cualquier otro lado del mundo. No es condición que quien tenga interés en participar sea escritor. "Cualquiera que posea una foto de buena definición de algún familiar o propia y sepa en qué momento se tomó puede formar parte de la iniciativa", subrayó el presidente de la institución, Giulio Di Marco.

La convocatoria apenas se lanzó y ya se presentaron alrededor de 25 historias para seleccionar. Por las consultas recibidas, se cree que superará ampliamente el cupo de las 60 establecidas para un libro, por lo que se está pensando en duplicar el volumen y así dar lugar a más de un centenar de relatos que, se descarta, son ricos en vivencias, aventuras y desafíos.

La mayor parte del material que llegó a la Fundación redunda en acontecimientos privados de la post guerra. Después de la segunda contienda mundial, con Italia muy comprometida, miles de ciudadanos de esa nación recalaron en la Argentina. Vinieron huyendo del hambre e incluso de un potencial tercer enfrentamiento internacional, porque esa versión se había instalado en Europa como producto del temor que generó la traumática experiencia, y muchos matrimonios no estaban dispuestos a poner en riesgo otra vez a sus jóvenes hijos.

UNA PLATENSE DE 94 AÑOS

También se admiten narraciones contadas en primera persona. Ya se recibió una que, se adelantó, será de la partida. Es la de Giovanna, una vecina platense de 94 años que hizo llegar una fotografía de su casamiento, consagrado en Sicilia. Su vestido de novia contrastaba con las tradiciones: era negro. "Estaba de luto por la muerte de un hermano al que lo había afectado una epidemia. En esa época se usaba no llevar el blanco si había fallecido recientemente un ser querido", explicó Di Marco.

Pero Italia no fue el único país destruido y sin trabajo, y como eso lo saben los descendientes de inmigrantes de la Fondazione es que se invita a participar a cualquier persona que cuente en su historia familiar con el desarraigo primero y la promisoria llegada a la Argentina después. Una alemana, del Gran Buenos Aires, por caso, envió la foto de sus abuelos y va a escribir sobre las vicisitudes de aquella pareja que en el siglo pasado arribó al puerto de Buenos Aires con la sola carga de la esperanza. Un joven de origen checo atesora la imagen de su abuelo y el curioso relato sobre un hombre que se ofreció como voluntario en la Segunda Guerra Mundial para atender el frente francés; murió en una batalla y fue su hijo el que emigró y formó familia en este país.

No faltan tampoco las historias de amor, aquellas en las que la novia se quedó en Europa mientras que el novio viajaba a la Argentina en procura de un trabajo y un lugar donde alojarse y ella permaneció a la espera hasta que llegó la tan ansiada carta que le anunciaba la inminente boda por poder y el posterior encuentro con su amado en un país que prometía progreso.