Rescatan el reloj de Lotería, una reliquia llena de historias
| 26 de Julio de 2011 | 00:00

Integrante de un trío disperso por el mundo desde hace más de un siglo, el majestuoso reloj de bronce y mármol que atrae todas las miradas en la sala de espera del Instituto Provincial de Lotería y Casinos volvió a perseguir las horas después de permanecer quieto durante varios años. Su rescate estuvo a cargo de un experto platense, que trabajó tres semanas en la puesta en valor y reconstrucción del antiguo mecanismo.
La pieza que llegara a la Ciudad merced a una donación de la embajada francesa mide tres metros y medio de altura y pesa 150 kilogramos; sobre su base, que esculpida en mármol alberga la esfera, se yergue en bronce una figura femenina que sostiene el péndulo. "Hubo que rastrear y recuperar los componentes originales, construir engranajes y volver a montar la caja, ya que la máquina a cuerda había sido reemplazada por un dispositivo eléctrico" precisa Javier Ahumada, especialista en relojes monumentales que viene de poner en marcha el de la torre del Palacio Municipal.
El conjunto fue diseñado por Philippe Mourey (quien firmaba como P.H.Mourey), un escultor galo que vivió entre 1840 y 1910, ganando notoriedad a partir de su sociedad con la prestigiosa casa Japy Freres & Compagnie, líder en su rubro en la Francia del siglo XIX. "Es muy particular" sostiene Ahumada, "tanto que sólo se conoce la existencia de tres en el mundo; tiene un péndulo invertido -es decir que está sobre las manecillas y no debajo, como es usual- que en vez de oscilar, gira. Afortunadamente las autoridades del Instituto mostraron su preocupación por el cuidado y mantenimiento, ya que es un patrimonio invalorable".
Con una duración de cuerda que ronda los ocho días, y "sonería" -dispositivo que emite tañidos a intervalos regulares- cada media hora, el P.H.Mourey de Lotería y Casinos tiene una esfera transparente, que permite ver el funcionamiento interno de la máquina; fue colocado en el primer piso del edificio de 46 entre 6 y 7.
EL TIEMPO RECORDADO
Esquinas como las de 7 y 50 o 6 y 49 -en el edificio La Continental-; la Presidencia de la Universidad Nacional -en 7 entre 47 y 48-; la Estación de Trenes -1 y 44-; la estación del Ferrocarril Provincial al Meridiano V -17 y 71-; y las cuadras de 10 entre 54 y 55, o 9 entre 48 y 49 -en ambos casos con energía solar- contaron con sus relojes, tanto como los cruces de 1 y 60 y 13 y 32.
El reloj del Sagrado Corazón, que data de 1947, también recuperó su latido en tiempos recientes, tras la intervención de Javier Ahumada, quien puso a andar sus cuatro esferas y las dotó de luces para que pudieran verse durante la noche.
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