Fuga en la comisaría Primera: la vecina escuchó ruidos durante varios días

Jorge Almirón y Adrián Rivero, ambos de 21 años, se conocieron hace poco más de un mes en la comisaría primera, en pleno centro de La Plata. Allí llegaron luego de ser detenidos por diferentes robos. Ayer a la madrugada y tras varios días de "trabajo", los presos descubrieron el boquete que hicieron en la celda y recorrieron un tramo corto hasta llegar al patio de una casa lindera. De allí fugaron por los techos: Rivero fue recapturado a la tarde en Berisso y Almirón permanece prófugo.

Como consecuencia de la cinematográfica fuga, la Auditoría de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad y Justicia bonaerense separó preventivamente de sus cargos a tres policías de la primera, ubicada en 53 entre 9 y 10.

La medida recayó en el Oficial de Servicio, el Jefe de Turno y el imaginaria, este último en la práctica tiene bajo su control los calabozos. Todos ellos estaban en funciones cuando ayer a la medianoche se descubrió la fuga mientras se realizaba el recuento de detenidos. Ya no había 11, sólo 9.

EN LA MISMA CELDA

De acuerdo a los pesquisas consultados por este diario, los investigadores secuestraron en la celda en la que estaban Almirón y Rivero un torno manual, presuntamente utilizado para hacer el boquete. También incautaron otras herramientas y por eso apuntan además a los controles.

Trascendió también que en la celda -sólo hay tres en la comisaría primera- había un tercer detenido que por motivos que son investigados no fugó. Hay dos hipótesis: una es que no se haya animado a irse y la otra -más probable- que el físico no se lo haya permitido, ya que el agujero es de unos 40 centímetros de diámetro aproximadamente.

La fuga de ayer reabre el debate sobre el alojamiento de presos en comisarías, aunque en general debieran permanecer allí un tiempo razonable, que podría ser hasta el dictado de la prisión preventiva.

LAS DETENCIONES

Voceros del caso señalaron que Almirón había sido detenido el 5 de mayo por efectivos de la comisaría de Ringuelet, mientras que Rivero cayó el 14 de junio tras el robo en una perfumería del Centro.

La justicia platense investiga ahora si en la fuga de Almirón y Rivero existe participación de otras personas, es decir si alguien fue cómplice de la evasión.

Esa posibilidad surgió luego que en la celda donde quedó un tercer detenido, los pesquisas hallaran un torno manual que les permitió a los presos hacer el boquete, que tiene la extensión de las paredes antiguas o sea 30 centímetros.

Por ese hueco los presos pasaron hasta la casa de una vecina que estaba durmiendo con su familia. Desde allí saltaron por los techos y escaparon.

BOQUETE ESCONDIDO

De acuerdo a las fuentes, el boquete estaba en la pared de la celda que da a la casa vecina, a un metro y medio del piso.

Sin embargo el boquete del otro lado se ubica desde el piso, a unos dos metros, sobre una pared que da al patio de los vecinos. Los voceros justificaron esa diferencia en que la comisaría está construida sobre una estructura más elevada que la del inmueble.

"Por lo que me informaron las autoridades policiales, el estado de la pared (del calabozo) permitió que el boquete se hiciera de manera rápida", detalló Virginia Bravo, la fiscal que investiga el caso. La vecina dueña de la casa por la que pasaron los ladrones contó que hace unos días escucha ruidos extraños.

Bravo ordenó a partir de la fuga el traslado de los nueve presos restantes a distintas dependencias de la Región.

CONTROL EN LOS CALABOZOS

Otra cuestión que llama la atención de los investigadores es que en las comisarías se realizan dos controles diarios. Entonces la pregunta surge de inmediato ¿cómo pudieron los presos hacer el boquete sin que nadie lo viera?

Por un lado, agentes que realizan esas tareas en otras dependencias platenses afirmaron que lo que más se controla es la limadura de barrotes, aunque admitieron que los detenidos tapan las paredes con fotos de familiares o por ejemplo de sus equipos de fútbol. Y así los que controlan casi no ven la pared.

En ese marco es que en la celda de aproximadamente tres metros por tres el boquete haya estado tapado por alguna imagen, y a su vez los presos tampoco lo hayan dejado hueco sino que le hayan colocado papel de diario mojado para que a la vista dé sensación de solidez.

Los efectivos de la comisaría primera al enterarse de lo ocurrido comenzaron fuertes rastrillajes por distintas partes de la Ciudad. Cerca de las 15 de ayer, en Berisso, recapturaron a Adrián Rivero, quien al ver a los efectivos intentó sin éxito ingresar a un departamento.

Al cierre esta edición se tomaban declaraciones testimoniales de policías y de los otros detenidos.

150

Serían los presos que actualmente se encuentran alojados en las distintas dependencias de La Plata. A fines de 2010 había 180 expresaron las fuentes