DEL DESVÁN AL BLOG
| 1 de Abril de 2012 | 00:00

ESTA MIRADA QUE LLEVO
Esta mirada que llevo
se posa sobre tu mano
para beber de tus dedos
todo el dulzor encantado.
Ay, amor, descalza y de baile vienes
con los trémolos del canto.
Esta mirada que llevo
abraza tus flores blancas
bajo tu piel de silencios
para robarte nostalgias.
Ay, amor, sabores de fresa y uvas
me enredas de luz y magia.
Esta mirada que llevo
se funde sobre tus trigos
de música, de sol y eneros
para robarte los ritmos.
Ay. amor, mojé mis alas dormidas
en tus mares y en tus lirios.
Esta mirada que llevo
te roza bajo la bruma
ya no es aquella de invierno
porque se ha vuelto tu luna.
Ay, amor, tu danza de velos blancos
me envuelve como una espuma.
HOY
Hoy, un jueves de retornos
milagro de la luz, rompecabezas
quebrándonos de asombro.
Hoy, un estallar de rostros
y esta sed hecha encuentro
jugueteando en los ojos.
Hoy, un simétrico agosto
y el nacer los silencios
sepultados de otoño.
Hoy, con el fuego sonoro
edad en el pulso
del tiempo en nosotros.
Hoy, huracanes anónimos
trémulas banderas
en vos y en mí, codo con codo.
Hoy, jornada clandestina
amores deliciosos
gastar la mañana
en los instantes del todo.
Hoy, con un cielo redondo
ya somos los dos
en uno solo.
UN MINUTO
Un minuto
y aprendí a vivir del fuego.
Tan sólo un minuto
para encender con toda tu piel mi cuerpo.
Que me vuelvo luz o tempestades
o mariposa, o humo lejos
por instantes soy preludios
por instantes soy te quieros
volteando una montaña
la misma que ayer, anoche, estuvo adentro.
Y vos. Y tus silencios.
Y yo con vos. Y en eso
despertar así de rondas
sumiéndonos de alcohol, de miel y de paseos.
Un minuto.
Es hora de llevarte al sueño.
Mañana no amanezcas
que yo estaré en tu perfume nuevo.
Y volveré en tus pupilas, quieto.
¡Qué minuto!. O es un segundo.
No sé, no lo detengo.
Te veo tulipanes
te encierro con tu pelo
como si acaso ayer no te hubiera amado tanto
o anteayer.
Pero si es siempre, siempre
siempre, amor.
...el mismo posterior suspiro lento...
VERANO Y VOS
Cuando los pájaros se arrimaron con sus trinos
y se encendió la plena luz en los jazmines
cuando llovían dos gotas de silencio
sobre mis turbias soledades y mis grises
trajiste a mí tus ojos, tu cintura
el rojo y miel de tus labios juveniles.
Fue la fiesta que enarboló mi canto
abriéndose en portales los confines
te vi sumergida en mis pupilas
sentí que me enterraba en tus perfiles
y grité tu nombre repetido
para sembrarte vital en mis jardines.
En verano levantamos la poesía
con que hoy vengo a embriagar a la planicie
Niña, nunca alejes tu voz ni tu figura
borraría jamás las cicatrices.
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