Los Pumas, históricos

El seleccionado argentino de rugby logró ayer un empate histórico (16 a 16) ante Sudáfrica. Jugaron en Mendoza y estuvieron muy cerca de un triunfo glorioso


Los Pumas volvieron a emocionar, como en los mundiales de 1999, 2007 y el pasado. Ahora el nuevo capítulo lo escribieron en el Rugby Championship, porque tuvieron contra las cuerdas a la poderosa Sudáfrica, que se terminó encontrando con un inmerecido empate 16-16, cuando al partido le quedaban menos de 15 minutos y el mundialista de Mendoza empujaba a los nuestros hacia una victoria memorable.

De esta manera, a pesar del sabor amargo por el triunfo escurrido, Argentina consiguió su primer empate de la historia frente a esta potencia del rugby mundial, a la que nunca pudo ganarle en forma oficial.

Los Pumas jugaron mejor, merecieron ganar y solo con un kick tapado a Marcelo Bosch, en defensa y a falta de 15 minutos, Sudáfrica pudo llegar al empate.

Una conversión, tres penales de Martín Rodríguez y un try del centro Santiago Fernández anotaron para el equipo argentino, mientras que los Springboks marcaron con un try de Frans Steyn, convertido por su hermano Morne, quien además se encargo de anotar tres penales en 80 minutos de juego.

SANGRE PUMA

El equipo de Santiago Phelan mostró una notable recuperación respecto lo hecho hace una semana en Ciudad del Cabo, cuando cayó frente a los sudafricanos 27 a 6.

Los Pumas se mostraron sólidos en defensa, fueron superiores en el line out y manejaron con muy buen criterio el maul, pero un error le permitió a Sudáfrica alcanzar la igualdad de manera sorpresiva.

El equipo nacional fue claramente superior en la primera parte lapso durante el cual sacó una clara ventaja de 10 puntos antes de los 20 minutos de juego.

Fueron, tal vez, los mejores 40 minutos del ciclo Phelan. Actitud, dinámica, concentración y audacia para sorprender y poner de rodillas a su rival.

Primero anotó Rodríguez Gurruchaga a los 11 minutos. Y minutos después Santiago Fernández anotó el primer try argentino en la Championship como corolario de una gran jugada en ataque.

Sudáfrica, a esa altura, no lograba hacerse de la pelota, aunque intento reaccionar con dos penales de Morne Steyn, uno de los cuales le permitió achicar distancias y poner el marcador 10 a 3.

Sin embargo, Argentina no dejó de lado su rol protagónico y rápidamente forzó otro penal para que Rodríguez pusiera el 13 a 3 con el que terminó la primera parte.

ILUSION TAPADA

En el complemento Los Pumas empezaron a sentir el esfuerzo físico y el partido pasó a jugarse en terreno local. Así Morne Steyn achicó un poco las diferencias y dejó el marcador 13 a 6.

Pero Los Pumas no se entregaron. Si bien regularon su físico, cuando pisaron suelo rival anotaron. Por eso jamás se vieron doblegados en el partido por su rival.

Parecía que la victoria estaba a la vuelta de la esquina. Mendoza era una fiesta. Pero un error del Chelo Bosch le permitió a Frans Steyn encontrarse con un try impensado, que sumado a la conversión de su hermano Morne dejó las cosas igualadas en 16 puntos.

Silencio y bronca. Durante catorce minutos no hubo consuelo en el estadio mundialista. Pero el pitazo final le hizo poner los pies sobre la tierra al público y el rugby argentino celebra un empate histórico con un nivel para ilusionarse.


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