El enorme impacto del cepo cambiario

Si bien diversos sectores de la actividad económica se vieron afectados tanto por el cepo cambiario como por las restricciones a las importaciones, el de la construcción no sólo sufrió un impacto demoledor, sino que no puede reponerse. Y más allá del intento de comercializar propiedades en pesos, los vendedores no se resignan a pactar la venta de su propiedad en otra moneda que no sea el dólar.

El Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) arrojó contracción en los últimos tres trimestres, desde que el Gobierno pesificó todas las operaciones. La primera contracción se registró en mayo y desde entonces el sector acumuló caídas.

Eso, a pesar de que a mitad de año el Gobierno lanzó el plan de créditos Procrear.

Si bien muchos propietarios de terrenos accedieron al financiamiento blando para construir, la gran generadora de actividad, que es la construcción de barrios en terrenos fiscales, arrancará recién en abril próximo. La construcción se contrajo un 4% en diciembre en la medición desestacionalizada y un 8% interanual en el relevo con estacionalidad.

Respecto de noviembre, la caída con estacionalidad fue del 11,9%, pero sin estacionalidad hubo una mejora del 0,9%.

La construcción fue el motor interno que sacó al país de la crisis de 2002. La compra de inmuebles fue una puerta de salida para los ahorristas presos del corralón de depósitos. Ese año, la actividad registró una caída brutal, del 28,3%, pero se recuperó drásticamente en 2003, con una mejora del 37,8%. desde entonces, creció constantemente salvo en 2009, cuando cayó 2% interanual.