Maltratos en un jardín: un caso que estremece y abre serios interrogantes

Las grabaciones aportadas por los padres de una niña de dos años confirmando los maltratos a los que eran sometidos los menores de una guardería de la localidad bonaerense de San Isidro, sin licencia para funcionar como institución educativa, provocaron escozor y plantea una serie de dudas acerca de como funcionan determinados establecimientos educativos.

El audio revela los gritos de una de las maestras del jardín de infantes “Tribilín”, el llanto de niños y ruidos que aparentan ser golpes.

“Cállate Catalina, cállate, guay que vayas a decir cualquier huevada a tu casa”. “¿Podés sacar el cuaderno en lugar de ponerte a boludear? Dejá de gritar, callate. Dejá de gritar”, son algunas de las frases que se reproducen en la grabación.

Todo comenzó cuando, alertados por el comportamiento extraño de su hija, como desgano o cambios repentinos de actitud, los padres de la niña decidieron enviarla con un iPod escondido en la mochila para registrar lo que sucedía en el aula.

El resultado fueron más de cuatro horas y media de grabación en la que los padres confirmaron sus sospechas, tras lo que decidieron comunicárselo al resto de las familias, 16 en total, y denunciarlo ante las autoridades.

“No podía creer el maltrato. En un primer momento nadie creía que esto fuera cierto, pero con el correr del día y luego de escuchar la grabación, todos me llamaban horrorizados”, dijo el padre de la pequeña.

A todo esto, los responsables del área de Cultura y Educación de la Provincia señalaron que la guardería no contaba con autorización para ejercer como institución educativa, ya que desde 1996 ese establecimiento figura con un “cierre técnico pedagógico”.

En este marco, la justicia de San Isidro investiga por “amenazas y lesiones” a los responsables y docentes del jardín maternal “Tribilín” por maltrato a los niños que atendían, a partir de las denuncias de los padres.

La causa está en manos del fiscal Franco Servidio, del área Correccional de la Fiscalía de ese partido del norte del conurbano, quien se encuentra en la primera etapa de recolección de pruebas y testimonios, mientras no está claro cómo funcionaba pues no tenía habilitación para esa actividad.

Por orden de Servidio, miembros del cuerpo médico de la policía científica bonaerense fueron al jardín, ubicado en la calle O`Higgins 591, y examinaron a los niños, de 10 meses a 3 años.

Una vez en poder de todos los elementos recolectados, el fiscal evaluará si la prueba es suficiente para imputar algún delito.

Hasta ahora, los expertos “sólo verificaron algunas raspaduras pero no surgieron signos de violencia física sobre los menores”, dijo una fuente de la investigación, mientras los profesionales recomendaron al fiscal que los chicos sean evaluados por psicólogos, para determinar si tienen secuelas por maltrato psicológico.

LAS VOCES DE LAS MAESTRAS

Diego, el padre de una nena de 2 años, vio que su hija comenzó a mostrar importantes cambios en la conducta y fue quien colocó en la mochila de la nena el dispositivo para grabar, a través del cual identificó las voces de las maestras Janina, Noelia y Noemí.

“El viernes a las 7.30 de la mañana me paré en la puerta del jardín e intenté hablar con los padres. Como sé que no disponen de mucho tiempo, imprimí una planilla con algunos de los diálogos que se escuchaban en la grabación y puse un link en donde podían escuchar y bajar el audio completo”, relató.

A su vez, Gabriela Sita, que envió durante un año y medio a su hija a ese jardín, dijo que “tenía llantos desgarradores” y también contó que los vecinos “escuchaban gritos de los chicos, mientras veían cómo las maestras tomaban sol en una pileta en la terraza”.