Pinamar: golpes, aprietes y otra crisis por un aumento de tasas
| 18 de Marzo de 2013 | 00:00

Un fuerte aumento de las tasas municipales dispuesto por el intendente Hernán Muriale y la posterior marcha atrás a esa medida forzada por el Concejo Deliberante, desataron en Pinamar una nueva crisis política e institucional marcada por acusaciones cruzadas, golpes a funcionarios, amenazas y un fuerte rechazo de los vecinos y las más importantes entidades de la vida comunitaria.
La nueva crisis pinamarense empezó a escribirse en enero último cuando la gestión de Hernán Muriale -que reemplaza interinamente al destituido intendente Blas Altieri, del espacio vecinalista MUPP- impulsó una reforma en el Código Tributario que implicó cambios sustanciales en los mecanismos de cobro de las tasas municipales.
Hasta entonces, las tasas se pagaban según la extensión de los terrenos y la cantidad de metros cuadrados construidos, pero la reforma impulsada determinó, además, la aplicación del último revalúo fiscal de la Provincia. A partir de esto hubo propietarios que recibieron boletas con aumentos de entre un 200 y 800%, lo que disparó fuertes críticas de parte desde diversos sectores.
FUERTE RECHAZO
En ese contexto, las asociaciones comerciales, hoteleras y otros actores de la vida económica y social de Pinamar se expresaron duramente contra los aumentos y convocaron a marchas y otras movidas para rechazarlos. Las entidades, entre las que se contaron la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Pinamar; la Cámara de Comercio, la Asociación de Concesionarios de Playa y otros actores comunitarios, así como vecinos independientes y frentistas no residentes en Pinamar, sostuvieron que los aumentos en las tasas municipales implicarían un duro golpe que se sumaría a “la mala temporada registrada este verano”.
Los aumentos más importantes afectaban a las tasas por Servicios Urbanos, Seguridad, Bomberos, Cementerio, Habilitación de Comercios e Industrias, Derechos de Construcción, Uso en Playas Espectáculos Públicos, Seguridad e Higiene y Patentes de Rodados, entre otros. “Es un desmadre normativo de imposible cumplimiento para el vecino”, señalaron las entidades.
Desde el Municipio se defendieron los cambios en la necesidad de hacer frente a un déficit presupuestario estimado en unos $2.000.000 mensuales y para solventar un aumento salarial reclamado por los trabajadores de la comuna.
En medio de un clima cada vez más tenso y a partir de la fuerte presión de diferentes sectores de la comunidad pinamarense, el Concejo Deliberante convocó en el curso de la semana que pasó a una sesión extraordinaria para tratar un proyecto de la oposición para frenar los aumentos en las tasas comunales.
Al ponerse en consideración el expediente se registraba un empate entre los partidarios del aumento y la oposición, pero la disputa fue finalmente dirimida por uno de los concejales del oficialista MUPP, Daniel Lamas, que decidió votar contra los aumentos.
La actitud de Lamas generó un verdadero escándalo en el recinto que incluyó amenazas, golpes e insultos con la participación del intendente Muriale que acusó de “traidor” al edil de su espacio. En ese contexto se produjeron corridas y otros hechos de violencia política que en las últimas horas incluyeron una golpiza al secretario de Servicios Urbanos del municipio pinamarense, Alberto Morales.
El funcionario fue interceptado en la calle por un grupo de personas que lo acusaron de haber “apretado” al concejal “rebelde” Lamas, con cuyo voto se frenó el aumento de las tasas municipales. Entre acusaciones cruzadas, el intendente Muriale responsabilizó por la agresión a Morales a un grupo vecinalista opositor a su gestión y a la del destituido Blas Altieri.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE