Asaltan a una pareja en una casa de Villa Elvira

MARTÍN SOSPECHA DEL ROBO Y TIENE UNA EXTRAÑA SENSACIÓN: “ESTO NO FUE ALGO AL AZAR”, LE CONTÓ AYER A EL DIA. ES QUE LOS LADRONES PARECÍAN SABER QUE EN SU CASA HABÍA ALGO DE PLATA

Los dueños de una casa de Villa Elvira estaban haciendo algunas refacciones. De repente, Martín (25) escuchó que alguien había entrado caminando y le chistaba por la espalda. Después de darse vuelta, se dio cuenta de que era un delincuente, que tenía un arma en la mano.

Así comenzaba un asalto en una vivienda de 8 bis entre 88 y 89, el viernes pasado alrededor de las 17.30.

Los ladrones, de “entre 17 y 18 años” según las víctimas, no tuvieron que esforzarse demasiado para iniciar su plan: aprovecharon que los damnificados habían dejado la puerta abierta.

“En esta cuadra nos conocemos todos y nunca hay ningún robo. Es muy extraño que supieran que acá había un poco de plata”, explicó Martín, respecto de por qué estaba abierto el ingreso a su casa.

“CALLADOS Y AL PISO”

Así, el joven y su novia, que está embarazada, fueron obligados a quedarse inmóviles en el piso, mientras los ladrones revisaban rápido cada rincón de la vivienda, en busca de un dinero que, supuestamente, ya sabían iban a encontrar.

En el fondo de la propiedad, un grupo de obreros estaba instalando las paredes de la medianera con bloques de premoldeado. A ellos, los delincuentes no les robaron nada.

“A mí me hace dudar que supieran que teníamos algo de plata. Un rato después de que pasó todo, nos quedó la sensación de que esto no fue algo al azar”, admitió Martín en diálogo con EL DIA.

Además de sustraer una cantidad de plata que no fue especificada, los asaltantes también se robaron varios objetos de valor: una computadora, un televisor, los celulares y las billeteras de los dueños de la casa.

“Se llevaron lo que había a mano. Estuvieron menos de diez minutos adentro”, explicó el joven.

“También nos llamó la atención que el ladrón me hiciera callar y entrara despacio”, señaló Martín, en referencia a que no es la actitud que podría esperarse de un ladrón.

El episodio, el primero que la pareja sufre después de haberse mudado al barrio hace cuatro años, “por lo menos no fue violento”.

“No nos pegaron y ni siquiera nos apuntaron con el arma”, finalizó la víctima.