La “corneta policial” ya suena en distintos barrios platenses

LA ZONA DE 12 Y 502, EN VILLA CASTELLS, DONDE ALGUNOS VECINOS PLANTEARON QUEJAS POR EL “RUIDO” DE LA NUEVA SIRENA Y OTROS DEFENDIERON EL SISTEMA

A primera hora de la mañana, a la tarde o imprevistamente pasada la medianoche, un breve y estridente toque que suena parecido al de una corneta sobresalta a los vecinos de Villa Castells. Se trata de la nueva sirena del patrullero que recorre periódicamente el barrio, un elemento de prevención que ya divide las opiniones entre quienes están a favor -porque demuestra la presencia policial en las calles- y quienes se quejan por el “ruido” que generan, y consideran que sólo sirve para advertir a los ladrones para que demoren cualquier maniobra hasta que pasen los guardianes del orden.

La estrategia de advertir mediante “golpes de sirena” acerca de la presencia de los patrulleros fue adoptada por las autoridades del Ministerio de Seguridad bonaerense en febrero pasado.

“Es un dispositivo de tono ululante que ya funciona en varias departamentales y tiene carácter preventivo” explicaron voceros de la cartera.

Mediante un complemento instalado en los vehículos, la alarma sonora se activa automáticamente al transcurrir un lapso programado en segundos o minutos, y consiste en una suerte de arranque en falso de la sirena, que se trunca abruptamente.

“Fueron cambios que se introdujeron en un conjunto de móviles que va rotando por las diferentes seccionales” revelaron fuentes policiales: “la señal es sinónimo de que el vehículo está en marcha, ya que cuando está detenido el circuito no se activa”.

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“Yo creo que cuando los ladrones escuchan la sirena deben decir ‘rajemos de acá que está la policía’”, señala María Cristina Koller, mientras barre las hojas de la vereda en su casa de la zona de 12 y 502.

En otra línea de pensamiento, una vecina de 505 y 10 asegura que pese a la “sonora” pasada policial, al quiosco que se encuentra a unos 100 metros ya fue asaltado dos veces en el último un mes. “Queremos que en lugar de hacerse notar y sobresaltarnos con la sirena, pasen más seguido y, de ser posible, de manera silenciosa para ver si alguna vez agarran a alguien con las manos en la masa”, afirmó la mujer.

Los vecinos de Villa Castells sostienen que en los últimos días se sorprendieron por la nueva modalidad policial y algunos advierten que ahora se preocupan cuando pasan varias horas y no escuchan el llamado.

“A algunos vecinos les molesta el ruido que hacen los patrulleros, a mí me preocupa más que haya noches en la que no los escucho, porque quiere decir que la zona queda desprotegida”, dice Ana María Puig, vecina de 8 y 508.

Reynaldo Bignes es de los vecinos que no están ni a favor ni en contra, sino expectante. “Hace muchos años la policía hacía algo similar y como los ancianos comenzaron a quejarse de que les interrumpía el sueño, dejaron de hacer sonar la sirena”, afirma.

Para Bignes, como para otros vecinos, que la policía se haga notar significa que están trabajando en el barrio y que los patrulleros no se estacionan en las esquinas “para que los efectivos duerman la siesta”.

La misma iniciativa también se registra en otros barrios de la Ciudad como la zona de plaza Malvinas, diagonal 80 entre la Estación de Trenes y plaza San Martín y los alrededores de parque Saavedra.