Y un día le tocó a Lobos...

ROSARIO
ENVIADOS ESPECIALES

Durante la semana se lo había notado expectante, y el viernes cuando tras la práctica en el Estadio del Bosque se vió en la lista de concentrados sonrió como si debutara otra vez. Es que Lucas Lobos vive cada día de manera especial desde agosto pasado cuando quedó cerrado su regreso al Club.

Cada práctica, cada momento en el vestuario, la intimidad del grupo, por que volvió para vivir esto y retirarse con la camiseta con la que debutó en Primera División. Lo cierto es que Lobos viajó el sábado a Rosario sin tener la confirmación que iría al banco, más allá que había estado pegándole en el entrenamiento matutino en Abasto a la pelota parada. Y pudo ir al banco y saltar, en el final, al terreno de juego.

SI DIEZ AÑOS DESPUES...

“Soy el fan número uno de Lobos, cuando lo vea bien, lo voy a tirar en la cancha” , había dicho días atrás Alfaro, y ese momento llegó. Es que ayer horas antes del juego se confirmó y el futbolista de Olmos de 35 años, volvió oficialmente a firmar planilla para un partido como jugador de Gimnasia, después de casi 11 años.

Puntualmente fue después de diez años y diez meses. La última vez había sido el 14 de diciembre de 2005, cuando aquel equipo Tripero dirigido por Pedro Troglio peleó palmo a palmo con Boca por el torneo, y empató 1-1 ante Banfield como visitante por la última fecha, y se consagró subcampeón. Tras esto, a fin de ese año, fue transferido al Cádiz de España, y luego siguió en Tigres y Toluca, estos dos de México.

En la calurosa tarde rosarina se lo vió feliz por que volvió a ponerse la camiseta número “10” que lo esperaba en el vestuario, y que la utilería habían preparado.

Coincidentemente Lobos debutó en la Primera albiazul en septiembre del año 2001 frente a Banfield de visitante, jugó 112 partidos, convirtió 13 goles, y como quedó dicho, sería ante el Taladro en diciembre de 2005, y en esa misma cancha donde se despediría.

TAN SOLO UN PUÑADO DE MINUTOS

En lo estríctamente deportivo, Lucas Armando Lobos tuvo la posibilidad e ingresar al terreno de juego desde el banco de relevos, cuando iban 39 del complemento y el equipo estaba en desventaja en el marcador y con diez hombres tras la roja a Mauel Guanini.

Por los pocos minutos que jugó, no se puede hacer una evaluación de la actualidad del enganche, mucho más en un equipo que con diez casi no pudo manejar la pelota. Habrá que esperar una presencia más prolongada en el terreno, para sacar conclusiones acerca de la realidad del ídolo mens sana.

“Me siento bien, estoy entrenando a la par de todos, pero es cuestión de tener minutos y más chances” , dijo el volante albiazul tras el partido en el Coloso del Parque Independencia.

Dio el primer paso. Ahora Lobos quiere más en su vuelta al club.