"Las autoridades conocían las advertencias del padre Viroche"

El presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Lozano, aseguró hoy que  las autoridades conocían las denuncias sobre el accionar de "mafias" del narcotráfico que había hecho el sacerdote que apareció  ahorcado en una iglesia tucumana.    

El prelado atribuyó el crecimiento de las bandas del narcotráfico a que "durante los últimos años se  negó la existencia de este problema" en el país y advirtió que "llevará mucho tiempo desarraigar a estas mafias del crimen organizado".   

"Las autoridades conocían las advertencias sobre el avance del narcotráfico en Tucumán, porque las denuncias del padre Juan  Viroche eran puntuales y las hacía a cielo abierto", sostuvo monseñor  Lozano.  

"Es muy probable que Viroche haya percibido maniobras  persecutorias contra su persona o de querer quitarle la vida, por eso dijo  sentirse amenazado", agregó.    

El obispo expresó también su "consternación y sorpresa" por la  muerte del sacerdote tucumano y dijo no querer abundar en comentarios hasta tener información más clara sobre las circunstancias en que se produjo.    

En tanto, la Comisión Nacional de la Pastoral de Adicciones y  Drogadependencia, que depende de la Comisión Episcopal de Pastoral  Social, destacó en un comunicado que el padre Viroche "era  conocido por jugarse en contra del narcotráfico, habló claro hacia  adentro y hacia afuera de su comunidad defendiendo la vida en peligro".    

"Ante sus más íntimos colaboradores expresó un profundo dolor ante las amenazas que recibió por parte de las mafias narcotraficantes", afirmó.    

El organismo eclesial convocó a una misa para mañana a las 12  en el santuario de San Cayetano de Liniers para rezar por "todas  las víctimas del narcotráfico" e informó que la eucaristía será  presidida por monseñor Fernando Maletti, asesor de la Pastoral de las Adicciones y la Drogadependencia.   

Por su parte, el sacerdote José María "Pepe" Di Paola, quien  también había sido amenazado por grupos narcos cuando ejercía su  ministerio en la villa 21 de Barracas y fue protegido por el entonces cardenal Jorge Bergoglio, viajó de urgencia a Tucumán tras  conocer la noticia de la muerte de Viroche.