Un mínimo impacto ambiental

La producción de un mínimo impacto ambiental en todos sus procesos, hace de la industria del aluminio una de las más sostenibles, entendiendo por sustentabilidad la característica de satisfacer las necesidades de una sociedad, sin comprometer la capacidad de otras generaciones o sociedades.

Ello lleva a esta industria a implicarse en la conservación del medio, equilibrando el aspecto ambiental y el social con el económico.

La cantidad inicial de energía usada para fabricar aluminio desde la materia prima (bauxita), se minimiza considerablemente a través del reciclado, ya que este proceso ahorra el 95% de la energía inicial, y genera sólo un 5% de las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas al proceso inicial.

EFICIENCIA

Por otro lado, los sistemas de carpintería con rotura del puente térmico utilizados en edificación, ahorran hasta un 40 % de la energía susceptible de perderse por el hueco, que unido a un buen acristalamiento, hacen estos cerramientos realmente eficientes desde el punto de vista del ahorro energético y por tanto de la reducción de emisiones de CO2.

La enorme cantidad de aluminio en uso constituye “de facto” un recurso renovable y eficiente desde el punto de vista ecológico, totalmente coherente con los objetivos de desarrollo sostenible de las sociedades modernas, por su gran respecto medioambiental principalmente por aspectos como su abundancia.

Uno de los objetivos más importantes de la industria del aluminio es la mejora continua de su comportamiento medioambiental, en todas las fases del ciclo de vida del aluminio, desde la producción hasta el uso y el reciclado.

El aluminio se recicla desde sus inicios, y puede reciclarse indefinidamente sin perder ninguna de sus propiedades físicas ni su calidad, siendo posible fabricar productos íntegramente de aluminio reciclado.

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