Los padres de una escuela de 19 y 63 atraparon a un ladrón

Con un nutrido grupo de padres esperando, el miércoles al mediodía, a que salieran sus hijos del colegio Monseñor Alberti, de 19 y 63, un motochorro asaltó a una adolescente que iba a entrar en ese establecimiento.

Pero los gritos de la chica -que tiene unos 15 años y fue despojada de su celular y su mochila- pusieron en alerta a varios padres, que corrieron a defenderla.

Según pudo saber este diario, un hombre que iba en una camioneta le cerró el paso a la moto del asaltante. Y lo golpeó en el casco con un machete, comentaron ayer algunos testigos en el mismo lugar donde sucedió la escena.

“un ambiente violento”

Rafael (35), vecino del lugar, contó que el motochorro casi termina linchado por “unos 10 hombres que lo golpearon hasta en el piso, mientras otro grupo similar alentaba para que siguieran agrediéndolo”.

“Había un ambiente violento, de agitación. Los que atacaron al ‘chorro’ se calmaron un poco cuando alguien comenzó a filmar” la escena y terminó con la llegada de la Policía, que se llevó demorado al ladrón. Le secuestró la moto, el casco (que lo ayudó a mitigar los golpes) y las pertenencias de la chica.

Rafael estimó que pasaron 20 minutos desde que los padres de los alumnos demoraron al delincuente y hasta que éste subió al patrullero que lo trasladó a la comisaría Quinta.

En cuanto a la joven asaltada, algunas madres de alumnos del Monseñor Alberti la acompañaron hasta un kiosco ubicado a pocos metros de allí, ya que sufrió un shock nervioso por el mal momento que le tocó vivir.

“La chica lloraba y estaba muy nerviosa. En el kiosco la calmaron un poco, le dieron un vaso con agua y ella después se comunicó con un primo, que más tarde pasó a buscarla y la acompañó a la comisaría para hacer la denuncia”, aportó Néstor (60 ), otro vecino del barrio.

El hombre relató además que “el ladrón, en su intento por quitarle el celular, la tiró (a la menor) al suelo. Y amenazó con matarla”.

Por último reveló que “mientras los padres le pegaban piñas y patadas al delincuente, él, desesperado, les decía `no vengo más a robar por acá`. Se llevó un susto bárbaro”.