La mujer policía que salvó a un niño del maltrato y después se convirtió en su mamá

El hecho ocurrió hace diecisiete años en Las Quintas. Una oficial de la policía que se encontraba en servicio se hizo presente en un domicilio de este barrio de la periferia de la Ciudad ante el insistente pedido de ayuda de los vecinos que en ese momento se comunicaron con el 101 preocupados por una situación de violencia.

Al llegar al lugar la oficial quiso mantener una entrevista con una de las denunciantes que sin poder mediar palabra por el asombro que le había provocado el cuadro que acaba de presenciar invitó a la policía a ver en primera persona la escena macabra que estaba teniendo lugar en el patio lindero a su domicilio.

Luego de treparse por el cerco que divide las dos propiedades la policía se encontró con una aberrante escena. Atado a un árbol permanecía un niño de diez años quien además de encontrarse indefenso e inmovilizado, estaba siendo víctima de una feroz paliza por parte de su madre.

Inmediatamente la policía le pidió a la mujer que desistiera y abandonara la actitud violenta que estaba teniendo hacia el menor algo que logró conseguir. Luego ingresó al domicilio y pudo reducir a la mujer mientras el niño era asistido por un compañero que había formado parte del operativo.

La tercera entrega de JUSTICIA EN PRIMERA PERSONA contó con la presencia de la protagonista de la conmovedora historia que pese al sufrimiento inicial terminó con final felíz. La Capitán Comisario de la Comisaría cuarta de Berisso, Elvira Celli, relató el episodio que le tocó vivir en el año 1999 cuando llevaba apenas diez años de servicio y explicó por qué después de 24 horas de socorrer al niño se presentó ante el juez para pedir su custodia.

Celli contó ante la periodista Laura Romoli, el dr. Enrique Russo y el periodista Martín Granovsky que el niño que socorrió en aquel episodio, hoy su hijo, ya es una hombre de 27 años que vive feliz junto a la familia que formó.

“Tomé la decisión de ayudar al niño y de pedir su tenencia porque quería ayudarlo, porque soy mamá y sentí que tenía que hacerlo para darle una mejor calidad de vida. Si bien no pude conseguir lo que buscaba porque había un hermano mayor que tenía la prioridad, obtuve una guarda que me permitió criarlo” destacó.