El terror viene de adentro

El inquieto J.J. Abrams está de vuelta: para muchos el Spielberg de nuestra generación (para otros, Spielberg “light”), el director de “Star Wars: El despertar de la fuerza” regresa a su rol de productor con “Avenida Cloverfield 10”, que llega a los cines este jueves. Un título del que hace dos meses, cuando se conoció el primer trailer, nada se conocía.

En búsqueda de proyectos propios tras la extenuante experiencia galáctica, Abrams y su productora Bad Robot se toparon con un concepto que le llamó su atención y que decidió desarrollar como una historia relacionada en parte a la cinta de ciencia ficción “Cloverfield”, que él mismo produjo en 2008.

Aquel filme gozó de una memorable campaña publicitaria repleta de acertijos y dilemas que los aficionados podían resolver a través de las redes durante los meses pre vios al lanzamiento de la cinta, precursora de cientos de campañas virales que vendrían.

LA CAMPAÑA

En esta ocasión, sin embargo, nadie en la industria era consciente de las intenciones de Abrams y su equipo hasta que el tráiler de “Avenida Cloverfield 10” apareció a mitad de enero. Ni siquiera el director, Dan Trachtenberg, ni los actores (Mary Elizabeth Winstead, John Goodman y John Gallagher Jr.) conocían el título de la historia durante el rodaje. “Pensamos que sería divertido no anunciar nada sobre la película durante el mayor tiempo posible”, explicó Abrams.

“Apostamos por probar algo inusual y anunciar la cinta cerca del estreno, rompiendo así cualquier patrón establecido. La estrategia era, básicamente, sorprender a la audiencia”, agregó. “Vivimos en un mundo donde las sorpresas son cada vez más escasas”, valoró el realizador de “Mission: Impossible III”, “Star Trek” y “Super 8”, entre otras películas.

Para Abrams, todo un experto a la hora de mantener el misterio en torno a sus películas, no resultó demasiado complicado lograr mantener el secreto bajo llave. “Es una película de bajo presupuesto cuyo rodaje fue anunciado con un nombre diferente y no llamó demasiado la atención. Eso sí, pedimos a todos los involucrados que no filtraran nada para no arruinar la experiencia de la audiencia”, indicó sobre la cinta.

En “Avenida Cloverfield 10”, una joven sufre un accidente de tráfico y, al despertar, descubre que está encerrada en un búnker mientras recibe atención médica por parte de un desconocido, quien le informa de que la ciudad ha sido atacada con armas desconocidas y el aire en la superficie es irrespirable.

Sin embargo, la mujer no termina de creer la versión de su guardián y tratará de escapar por todos los medios. “Partimos de una premisa atemporal, la de que el enemigo puede tomar varias formas. Podría ser un episodio de ‘La dimensión desconocida’ en los 60, una historia de los 80 o algo completamente actual, que funcionaría igualmente”, manifestó Abrams, satisfecho especialmente de que el peso de la historia recaiga sobre una heroína.

El personaje de Winstead descubrirá a lo largo de la cinta si realmente está en manos de un loco de atar y si el exterior es un lugar tan peligroso como advierte su vigilante, planteando el dilema del filme que ata “Cloverfield” a su nueva “secuela”: ¿quiénes son los monstruos, los de afuera o los de adentro? La noción de la familiaridad de lo horroroso, de su cotidianeidad, ayudan a construir un clima de agobio y desesperación sin necesidad de recurrir a más de un escenario.

“La labor de Dan ahí fue extraordinaria. Es increíble cómo provoca ese agobio a partir de momentos de calma absoluta”, aseveró el cineasta, que aún no ha decidido cuál será su próximo proyecto tras “Star Wars”.

LA MAGIA DE GOODMAN

Más allá de una brillante campaña publicitaria enmarcada en el misterio y al pulso del director, los críticos reconocen que ha sido extraordinario el papel interpretado por John Goodman, como el potencial “monstruo de adentro”: muchos señalan incluso que ya es potencial candidato al Oscar (aunque a la Academia no le gusta mirar películas de género) y que es el mejor rol de su carrera.

Palabras mayores, teniendo en cuenta que hablamos del hombre que acompañó a Roseanne durante nueve temporadas, del actor que dio vida al disparatado amigo del “Dude” en “El gran Lebowski”, al sórdido Charlie Meadows de “Barton Fink”, al turbio prestamista de “El jugador” o al atípico magnate musical de “A propósito de Llewyn Davis”.

Goodman se limita a señalar que únicamente interpreta “a un hombre solitario e incomprendido” y que el resto “es cosa de los guionistas y el director”.