Reciclan 500 toneladas de residuos mensuales

Por el programa de separación, cada vez se envía menos basura a la Ceamse

El hábito de tomarse el trabajo de apartar el material seco del resto de los residuos domiciliarios, limpiarlo y colocarlo en la bolsa verde que lo identifica se consolida entre los platenses. Tanto, que desde la implementación del nuevo plan de recolección de residuos impulsado por la Comuna se reciclan en la ciudad unas 500 toneladas de residuos al mes, lo que habla de una toma de conciencia generalizada sobre la importancia de esta práctica ecológica.

La cifra marca un repunte respecto a los primeros meses del año, época en que el sistema de recolección de residuos sintió los cimbronazos del cambio de gestión, y la cantidad de basura que iba derecho al reciclaje mermó significativamente. Sin embargo, tras el nuevo convenio con la empresa Esur, aseguran, el Plan de Separación y Clasificación de Residuos Secos va retomando el desempeño mostrado a lo largo de 2015, cuando los camiones recolectores levantaban entre 10 y 15 bolsas verdes por cuadra.

DE CASA A LA INDUSTRIA

Como se sabe, la primera clasificación de los residuos se hace “en casa”, pero una vez que las bolsas llegan al centro de reciclado, el personal de las cooperativas realiza una nueva diferenciación y separa el cartón, los diferentes papeles, los distintos tipos de plásticos, las latas, las botellas por color y el vidrio. Luego, todo ese material se vende como materia prima a las industrias de la Región que lo reutiliza, por lo general, para fabricar envases.

En relación al funcionamiento del nuevo esquema de trabajo, el Secretario de Espacio Público y Gestión Urbana, Juan Ignacio Martínez Ayerra, explicó que “actualmente se cuenta con 22 camiones distribuidos en toda la ciudad que realizan la recolección de los residuos de la bolsa verde y los distribuyen en las seis cooperativas”.

“Luego se realizan las tareas de separación y selección de los materiales que posteriormente son vendidos a empresas que los recuperan para su reutilización”, detalló el funcionario, y sostuvo que “se entregaron repuestos para que se puedan volver a poner en pleno funcionamiento las maquinarias”.

En ese sentido, Ayerra resaltó: “Por ejemplo, la prensadora estaba trabajando al 30% desde el año pasado, por la rotura del vástago de la compactadora y eso se reparó. Esto significaba que cada camión podrá cargar cinco veces más de lo que lo hacia, gracias a la compactación y transformación de pequeños bloques de un metro por un metro que se estiban uno sobre otro”.

Por su parte, el presidente de la Cooperativa Sol-Plat, Marcelo Mansilla, señaló que “antes de la rotura de la máquina éramos 40 trabajadores pero después sólo pudimos mantener un cuerpo de 14 personas porque no podíamos solventar los costos. Era muy poco lo que podíamos producir ya que cada camión llevaba mucho menos materiales y no tenemos un gran lugar de almacenamiento”.

Asimismo, Mansilla relató que “la mayoría de los materias que llegan son nylon, muchos envases de aerosoles que necesitan un trabajo especial (como los aerosoles) y sobre todo envases de bebidas aguas, jugos y gaseosas”.

Finalmente, Martínez Ayerra concluyó que la idea es “brindarles a las cooperativas los elementos necesarios para que puedan funcionar al 100%, pero además les entregamos un subsidio desde la Comuna, lo que los ayuda junto al material que venden, para obtener las ganancias necesarias para pagar los sueldos y gastos de mantenimiento”.

En el casco urbano los camiones que se llevan la bolsa verde pasan de lunes a sábado. Los frentistas deben sacar los residuos antes de las 9. Mientras que en las delegaciones comunales está repartido entre lunes, miércoles y viernes, y martes, jueves y sábado, según el barrio.

ENVASES DE AEROSOLES

Un caso especial de reciclaje, explican, es el de los aerosoles, que en su mayoría son envases de desodorantes corporales y de ambiente, los que pasan por un proceso especial para su tratamiento. En primera instancia se les quita -con un aparato diseñado por los cooperativistas- la parte plástica para permitir el escape del gas que queda en su interior. Luego son prensados, dejándolos con un grosor aproximado de 2 mm. y finalmente, el material es retirado por las industrias de aluminio que se dedican a la fabricación de aberturas (puertas y ventanas) aprovechando los envases en un ciento por ciento ya que están listos para su reutilización.

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