Michel Temer: ¿El hombre de Brasil?
| 17 de Abril de 2016 | 02:23

En Argentina, el nombre de Michel Temer dice poco y nada. Pero en pocos días podría “sonar” más familiar. Temer es el vicepresidente de Brasil y, en medio de una vorágine con final abierto, podría convertirse en el nuevo presidente de ese país si Dilma es finalmente destituida.
El juicio político a la Presidenta todavía no ha sido aprobado (eso podría ocurrir hoy) pero Temer ya empezó a practicar su discurso para la ocasión.
Sorprendió a Brasil, y agregó un capítulo insólito a una crisis que tiene todos los ingredientes de una película, una grabación en la que se oye a Temer hablar ya como presidente en funciones. Eso reforzó la acusación de “traidor” y “conspirador” de Dilma contra su Vice.
Sus partidarios insisten en que el político, de 75 años, sólo se estaba preparando, responsablemente, para una eventualidad que terminaría catapultándolo a la presidencia.
¿Quién es entonces el hombre que podría pasar de haber sido una figura fundamentalmente decorativa a convertirse de forma temporal en el mandatario de todos los brasileños?
Temer fue implicado en 2009 en un escándalo por financiamiento ilegal a cargo de una de las constructoras involucradas en la operación “Lava Jato”. El caso fue desestimado por el Tribunal Superior
Descripto públicamente como “superencantador” pero también como “un mayordomo de película de terror”, Temer era la principal ficha del centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) en la coalición que llevó a Rousseff a la presidencia en 2010 y 2014.
El PMDB es, por número de diputados y senadores, el partido más grande de Brasil. Pero no ha tenido candidato propio a la presidencia desde 1994, lo que no ha evitado que sea el partido que más presencia ha tenido en el gobierno federal desde el regreso de la democracia a Brasil hace 30 años.
En una carta enviada a Rousseff seis días después de la apertura del proceso de juicio político, Temer se quejó de no haber sido más que un “vice decorativo” y una víctima de la “desconfianza” y “menosprecio” del gobierno.
El tono sentimental de la carta, que lo colocó en abierta confrontación con la Presidenta, también terminó incentivando una valoración de su figura como político “ponderado”, “conciliador”, “cerebral” y “tranquilo” cosechada por Temer.
El Vicepresidente, sin embargo, tiene un bajo nivel de apoyo popular. Según la encuestadora Datafolha, solamente el 2% de la población votaría por Temer en una elección presidencial, mientras que el 60% pide su renuncia. Y un 58% opina que el Vicepresidente también debería ser sometido a un juicio político.
Corresponsales extranjeros destacan que ni la falta de popularidad, ni los escándalos, han evitado en el pasado el crecimiento político de este hijo de católicos maronitas que llegaron a Brasil huyendo de Líbano en 1925.
Los habitantes de Btaaboura, la aldea de 200 habitantes en el norte de Líbano de la que salieron sus padres, pronto podrían verse obligados a ajustar el letrero con el nombre de la principal calle de la localidad: “Michel Tamer (sic), vicepresidente de Brasil”.
Sería un enorme logro para el último de ocho hermanos nacidos en una zona rural de San Pablo en 1940 y que entró en el mundo de la política relativamente tarde, destacándose primero como abogado y profesor de Derecho en la principal universidad de su estado natal.
En 1982, sin embargo, el actual Vicepresidente dejó su estudio de abogado y las aulas para asumir el puesto de Procurador General de San Pablo, para luego pasar a la Secretaría de Seguridad Pública del estado, que él mismo había recomendado crear.
Tarso Mendonça, quien trabajó con él en la secretaría, lo describe como alguien “muy organizado”.
“Delegaba en personas de su absoluta confianza. Nada se le escapaba y sabía tomar medidas”, le dijo a la BBC.
Marcela tiene 43 años menos que su marido, Michel Temer. Los brasileños se han deslumbrado con su belleza. Rubia, alta, finísima, espera el segundo hijo junto al Vicepresidente
Cuatro años después, Temer entraría en la asamblea federal como diputado suplente, camino que repitió en 1990 no sin antes pasar por la Asamblea Constituyente, cuando votó en contra de medidas como la reforma agraria y el derecho al voto a los 16 años.
Luego consiguió ser electo como diputado titular en 1994, 1998, 2002 y 2006, período durante el que poco a poco fue ascendiendo dentro del PMDB.
Llegó a ser electo presidente del partido en dos oportunidades y presidente de la Cámara de Representantes en tres.
La influencia que Temer llegó a tener durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso (1995-2002) disminuyó notablemente con la llegada al poder de Luiz Inácio Lula da Silva, hasta que los escándalos de corrupción que empezaron a afectar al gobierno de Lula en 2005-2006 propiciaron un acercamiento entre PT y el PMDB.
Las dotes de “bombero” de este miembro de la orden masónica fueron requeridas una vez más en 2010, cuando el PT lo invitó a presentarse como candidato a vicepresidente para garantizar la estabilidad de un futuro gobierno de Rousseff.
Temer tiene cinco hijos y espera un sexto.
Casado en terceras nupcias con una ex modelo de 32 años de edad que está embarazada del segundo hijo de ambos, Temer tiene además tres hijas de su primer matrimonio y un hijo de otra relación.
Y en breve podría tener su revancha: nada más y nada menos que la presidencia de Brasil.
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