Mailén, cuando un tropezón no es caída
| 21 de Mayo de 2016 | 02:11

Mailén Juri habla sin rodeos. “En la escuela primaria no tenía notas altas, me costaba mucho, sobre todo matemáticas”, dice. También cuenta que le costó bastante el primer año de la secundaria. Menos el segundo. Y el tercero lo perdió por un problema de salud. “Ahí fue cuando hice un clic. Me puse a estudiar a tiempo completo, me esforcé cada año un poco más, y me fue bien”, dice con una indisimulable timidez. Hoy es la abanderada de la Escuela Técnica Nº 7. Está cursando 7º año y ya piensa en la universidad.
La joven recuerda que hizo la última sala del jardín de infantes y el primer grado de primaria en el Colegio Nuestra Señora de la Merced. Completó ese nivel en el Normal 3. Y por una cuestión de proximidad y conocimiento de la zona fue a la Técnica 7 de 42 entre 8 y 9.
“Era chica y no acostumbraba a andar sola por la Ciudad. Entonces, como mi mamá trabajaba todo el día, decidió mandarme a un colegio de un lugar en el que me manejaba bien”, dice.
Repetir 3º año marcó un antes y un después para Mailén. Por un lado porque, lejos de frustrarse, se convirtió en una estudiante tenaz y cumplidora que llegó a ser la portadora de la bandera argentina. Por el otro, porque ese año se creó en la escuela la especialidad en Servicios Turísticos, un área que le gusta “mucho”, por lo que empezó a ir al colegio con más ganas aún. La otra especialidad, relacionada a la economía, no la seducía.
Se define como muy casera. Le gusta juntarse con sus amigas, con las cuales también estudia, en su casa que comparte con su mamá, Verónica, quien trabaja como mucama, su hermanita Leila, de 9 años y alumna del Colegio Santa Ana, y sus abuelos María Ema y Daniel.
“Leo y veo películas, preferentemente de ciencia ficción, aunque también me atrae la historia”, comenta la mejor alumna de la Técnica 7.
Pensando en el año próximo, cuando el colegio secundario sea parte de su propia historia, Mailén duda entre seguir ingeniería o arquitectura, lo que deja a las claras que las matemáticas que le provocaban dolor de cabeza en el primario ahora son una materia que domina.
“Siempre es tranquila y reservada. Buena alumna, muy querida por los compañeros y con una familia muy presente”, describe Isabel, la directora de la escuela de calle 42.
Envíe el nombre y los datos del abanderado a abanderados@eldia.com
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