En Gimnasia, el fondo dilapidó lo bueno que elaboró el ataque
| 9 de Mayo de 2016 | 02:26

Por
ANIBAL GUIDI
COMENTARIO
L o que Gimnasia construyó en ofensiva, lo dilapidó en defensa. A partir de esta afirmación se puede entender el porqué del 3-3 de anoche en el Bosque ante Independiente, que también lo imitó en muchas de esas cosas.
Maximiliano Meza (2) y Facundo Oreja anotaron los tantos mens sana, mientras que Martín Benítez, Diego Vera y Leandro Fernández, los del Rojo.
Los goles, por supuesto, como las situaciones de gol que acumularon los dos equipos a lo largo de los 90 minutos le dieron un matiz 0emocionante al partido que, por lo que se vio en la primera etapa, parecía que hacía suyo el local, y que por lo que sucedió en el complemento, por la reacción que tuvo la visita que, del 0-2 pasó al 2-2, podía dar vuelta la historia, pero...
En ese tire y afloje se llegó a un cierre repleto de gritos y de situaciones cambiantes. El gol del marplatense Oreja, a 5’ del final, pareció que sellaba nomás el triunfo del equipo de Alfaro, pero como en los dos goles anteriores, la defensa del Lobo volvió a fracasar y, ya en el alargue, tras un córner, Leandro Fernández que había llegado desde el banco, puso la cabeza cerrando el empate en tres.
Sin chances ya de pelear por ingresar a la Copa Libertadores, solamente le queda la el de sumar la mayor cantidad de puntos posibles, este partido de anoche le dejará al técnico Gustavo Alfaro (fue expulsado en el cierre por protestar fallos) muchas cosas para analizar y corregir.
Especialmente en materia defensiva porque no se explica como a uno de sus equipos le hacen dos goles, como los primeros dos de Independiente. En tres minutos la visita le empató, primero aprovechando una clara descompensación sobre el sector izquierdo de la defensa ya que Licht y Meza habían pasado al ataque y la zona quedó sin cobertura pero, además, el regreso de Rinaudo fue tibio para frenar a Aquino, que inició la maniobra, y luego Benítez recibió su descarga muy sólo en el área y pudo resolver con tranquilidad ante la tardía reacción de Benítez.
Y ni que hablar del gol de Vera, donde todo arrancó con un córner que ejecutó Aquino desde la derecha y que Fernández recibió sólo en el área para cruzar la pelota hacia la izquierda en donde el uruguayo entró totalmente libre para tocar a la red. ¿Los defensores?, bien, gracias.
Todo eso tiró prácticamente abajo los dos golazos que había marcado un encendido Maxi Meza, que ha vuelto por sus fueros, para bien suyo y del equipo.
Primero acertó un estupendo tiro libre que, tras superar la barrera se le metió arriba al arquero Campaña. Y después el árbitro Pompei le anuló mal otro tanto al correntino por una posición adelantada que no existió pero que marcó el línea Cristian Navarro.
Pero Meza fue por más y sobre el final de la etapa se tomó revancha fusilando literalmente a Campaña, luego de que Rasic bajara de cabeza un centro de mandó Bou desde la izquierda.
Hasta allí Gimnasia parecía tener todo bajo control pero ya habían aparecido fallas en la última línea, las que minimizó Bologna con dos atajadas excelentes ante remates de Benítez y Toledo. Sin embargo, tras el regreso del descanso, esas falencias se agudizaron e Independiente hizo valer en un arranque violento la capacidad de sus dos hombres de punta que, a diferencia de los del Lobo, fueron desequilibrantes, y empardó el resultado. El partido, entonces, quedó para cualquiera de los dos. Era cuestión de aprovechar algún yerro defensivo para dar el paso adelante. Gimnasia sintió el impacto, mientras que su rival, que acertó con los cambios, se envalentonó y vio la posibilidad de dar el batacazo. En eso andaba y cuando ya sonaban las campanas de ocaso en el Bosque, Oreja capturó un rebote en Campaña tras remate de Niell (entró por Bou) y puso otra vez arriba a Gimnasia. Pero, otra vez, no pudo defender la ventaja. En el descuento nuevamente lo sorprendió Independiente. Méndez mandó un córner desde la izquierda, la pelota llegó por arriba al área, los defensores quedaron pegados al piso y Fernández, de cabeza, la puso abajo contra el palo izquierdo de Bologna. La pasividad de la defensa mens sana produjo este 3-3 final.
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