Confirmaron que un jubilado murió del susto en un asalto
| 4 de Junio de 2016 | 01:21

Todavía perduraba ayer la conmoción por la traumática muerte sufrida -en la tarde del jueves- por un jubilado de 85 años, en su humilde vivienda del barrio Villa Garibaldi.
Como lo informó este diario en su edición anterior, el episodio ocurrió en una precaria casilla de madera ubicada sobre las calles 19 y 661.
Al respecto, desde un primer momento se dejó trascender que la víctima, José “Coco” Lozano, había sufrido un infarto en medio de un asalto. Y la autopsia confirmó esas sospechas.
De acuerdo a las fuentes consultadas, los forenses determinaron que el hombre “no presentaba golpes ni ningún otro rastro de violencia corporal”.
Por eso la hipótesis más fuerte sigue apuntando a que el jubilado no logró sobreponerse a un fuerte disgusto provocado por el ingreso de ladrones en su vivienda, tal como lo aseguraron testigos del caso.
En ese sentido, algunos habitantes del barrio indicaron a EL DIA que “hay sospechas de que los que entraron a robar a la casa de `Coco` podrían ser unos pibes que andaban vendiendo pan en la calle”.
Por temor a alguna represalia o, por no tener mayores precisiones al respecto, nadie del lugar corroboró ante este diario esa versión. Aunque más de un testimonio admitió que el jubilado había sido blanco de un robo.
Y quienes aceptaron dialogar con EL DIA coincidieron en que `Coco` era “el vecino más antiguo del barrio”.
“Vino a instalarse en la cuadra cuando esto era un descampado total. Al principio era el cuidador del barrio”, sostuvo una mujer, muy apenada por lo ocurrido.
La misma persona contó que “era un hombre muy tranquilo y que si bien vivía solo, se desenvolvía bien para hacer sus cosas”.
No obstante, mencionó que “a veces le pedía a algunos vecinos que le hicieran mandados. Acá era respetado, así que nadie se negaba a cumplir con su pedido”.
MISTERIO
Detrás de la casilla de madera donde vivía el jubilado, se había construido otra de su propiedad, pero de chapas.
Esa construcción, para sorpresa de muchos vecinos, apareció incendiada por completo en las últimas horas.
Sobre las causas del siniestro, convivieron durante toda la jornada teorías contrapuestas.
Una de ellas aludía a que las llamas pudieron haberse originado por algún desperfecto eléctrico, dada la precariedad de la instalación.
Pero también se escuchó la versión de que “por allí solían pasar algunos conocidos, que no eran bien vistos por generar dudas sobre las actividades en las que están metidos”, se explicó.
“A lo mejor alguien la prendió fuego a propósito, por miedo a que esos jóvenes se instalen en la cuadra definitivamente”, agregaron.
La única certeza sobre ese episodio, por el momento, es que el incendio de la casilla se produjo cerca de las 04.30 de la mañana de ayer.
A todo esto, personal de la subcomisaría de Arana y, de Policía Científica, seguían trabajando anoche sobre el inmueble arrasado por el fuego.
Uno de los efectivos que participó del operativo señaló que “había muchas herramientas” entre otros objetos que quedaron quemados y esparcidos entre las chapas.
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