Investigan a la estrella más misteriosa del Universo
| 6 de Junio de 2016 | 02:37

Astrónomos de la Universidad de Yale (EEUU) iniciaron la exploración en profundidad de una estrella cuyo cambiante brillo podría ser explicado con un concepto de ciencia ficción aplicable a civilizaciones extraterrestres avanzadas.
De las 150.000 estrellas analizadas por el telescopio espacial Kepler, solo una, hasta el momento, ha dejado sin explicación a los astrónomos: la KIC 846, también conocida como Tabby’s Star, en honor a la científica de Yale Tabetha Boyajian, quien comenzó a investigar este lejano astro de la Vía Láctea.
El telescopio Kepler, que almacenó datos de estrellas con posibles planetas de 2009 a 2013, permitió analizar el brillo de un grupo de estrellas en la constelación Cygnus para determinar si esos astros son orbitados por cuerpos celestes, algo que permitió comprobar que la mayoría de las estrellas forman sistemas planetarios.
En el otoño de 2015, un grupo de científicos descubrió una estrella con un brillo que no puede ser explicado fácilmente por fenómenos naturales y que podría ser la primera prueba de una teoría elaborada hace décadas para detectar civilizaciones avanzadas en el espacio.
“De una decena de explicaciones naturales que hemos analizado, ninguna encaja adecuadamente en el brillo de esta estrella. La teoría de una esfera Dyson es algo que podría explicar el errático brillo, pero es muy general”, explicó Boyajian.
La esfera Dyson es una hipotética megaestrucutura de paneles alrededor de una estrella que sería utilizada por una civilización muy avanzada que ha consumido los recursos de su planeta y necesita ingentes cantidades de energía.
Esta teoría, desarrollada por el físico Freeman Dyson en los años sesenta, podría explicar por qué el brillo de la estrella de Tabby no tiene un cambio periódico y se oscurece casi totalmente en ocasiones, algo que no se ha detectado nunca antes.
Pero Kepler ya no puede recopilar más información sobre esta estrella y astrónomos de todo el mundo han quedado extrañados por esta estrella sin poder descifrar el enigma.
“Queremos dirigir a la estrella una red de telescopios privados en todo el mundo que permitan monitorearla de manera constante para detectar cuándo empieza a decaer su brillo y tomar mediciones, ya que no se comporta de manera periódica”, detalló Boyajian.
Si nuevos datos lo permiten, podría indicar la existencia de una civilización mucho más avanzada que la nuestra, a 1.500 años luz de distancia.
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