200 años después, el Rey vino a celebrar

El Gobierno nacional le dio una significación especial a la participación de las celebraciones del rey emérito de España, Juan Carlos I, 200 años después de que nuestro país se independizara del país europeo.

Su presencia generó igual algunas controversias por la colonización española en el continente. Sin embargo, el padre del rey Felipe VI, no pasó ningún contratiempo durante su estadía en el país.

Además de participar en los actos centrales que se desarrollaron en San Miguel de Tucumán, Juan Carlos I mantuvo una reunión con el presidente de la República, Mauricio Macri, en la que Argentina y España constataron el “buen estado” de sus nuevas relaciones bilaterales y expresaron el deseo común de potenciarlas, informaron fuentes oficiales.

En el transcurso de este encuentro, que duró veinte minutos, “don” Juan Carlos entregó a Macri una carta de su hijo, el rey Felipe VI, reiterando la invitación para que visite España.

Terminada la reunión, y a la salida del recinto del Museo Casa Histórica de la Independencia, recibió numerosas muestras de simpatía hacia España de los centenares de personas que esperaban en el lugar para ver a las autoridades.

También aprovechó su visita a Tucumán para reunirse, a primera hora de la mañana, con unas treinta personas que representaron a colectividades españolas de la provincia norteña, en la que hay están censados unos 13.000 ciudadanos del país europeo.

una platense en notre dame

Por otra parte, la Cancillería argentina informó ayer que en todas las embajadas, consulados y demás representaciones alrededor del mundo se llevaron a cabo diversas celebraciones oficiales por el Bicentenario de la Independencia.

Además, la “Misa criolla” de Ariel Ramírez acompañó ayer en París la celebración del bicentenario de la Independencia, en la imponente catedral de Notre Dame.

Interpretada por el conjunto vocal instrumental de Châtillon -que integra la platense María Inés Carassale-, la obra tuvo un papel protagonista en esa ceremonia oficiada en francés y castellano por el monseñor Rubén Ruíz y presidida por el embajador de Argentina en la capital francesa, Jorge Faurie. La Virgen de Luján, no faltó tampoco en esa liturgia.