Amamantar es tan bueno para los bebés como para sus mamás
| 3 de Agosto de 2016 | 02:58

Hasta los seis meses de vida no existe mejor forma de proteger al bebé que darle la teta. Por su riqueza de nutrientes y anticuerpos, la leche materna es el alimento más completo que un recién nacido puede recibir. Como demuestran numerosas investigaciones, la lactancia los protege contra virus y bacterias, les reduce en un 50% las posibilidades de hospitalización y muerte por enfermedades respiratorias, los mantiene alejados enfermedades futuras como la obesidad y la diabetes, y -no menos importante- los ayuda a establecer un vinculo emocional muy fuerte con sus mamás.
Si bien son cada vez mas las mujeres que reconocen los beneficios que ofrece la lactancia materna para sus bebés, no muchas saben lo bueno que resulta también para ellas. Así lo señalan ginecólogos,pediatras y obstétricas en la Semana Mundial de la Lactancia. Instaurada oficialmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef en 1992, la fecha -que se extenderá hasta el próximo domingo 7 de agosto- busca concientizar a las familias sobre la importancia de amamantar.
Además de que también a las mujeres a reforzar el vínculo emocional con sus hijos reduciendo las chances de abandono, la lactancia materna constituye una forma natural, efectiva y sencilla de cuidar la salud de la mujer tras el embarazo.
En principio, la importante demanda calórica que insume producir leche ayuda a las mamás a perder más fácilmente el peso ganado durante el embarazo. Y la liberación de oxitocina que se produce durante el acto de amamantar reduce el sangrado uterino y favorece que el útero recupere su tamaño original.
“Un número cada vez mayor de estudios demuestran que la lactancia materna tiene, tanto a corto como a largo plazo, efectos beneficiosos sobre el sistema cardiovascular materno, dado que actúa sobre factores de riesgo, tales como el nivel de lípidos, la obesidad, la presión arterial, la insulina y los niveles de glucosa”, señala el doctor Fernando Burgos, jefe de Pediatría Ambulatoria del Hospital Universitario Austral.
Los primeros seis meses de lactancia “pueden ser considerados además un método anticonceptivo en sí mismo si al menos el 85 por ciento de la alimentación del bebé está constituida por leche materna tanto de día como de noche y si se presenta ausencia de menstruación”, señala por su parte el doctor Sergio Pasquali, director de Halitus Instituto Médico y presidente de la Fundación Repro.
“El efecto anticonceptivo de la lactancia natural se basa en la supresión de la ovulación por los cambios hormonales provocados por la succión del pezón. Entonces, cuanto mayor es la frecuencia de la succión, mayor es la eficacia del efecto anticonceptivo”, explica Pasquali, quien aclara sin embargo que “este método no ofrece un 100 por ciento de seguridad”.
Para madres e hijos, el momento de la lactancia es además un momento especial. Al dar la teta “el vínculo que se comenzó a manifestar durante la gestación llega a su máxima expresión, el contacto piel a piel, las sensaciones de bienestar, seguridad, calor y sobre todo el sentimiento de amor se fortalecen”, señala la licenciada en obstetricia Graciela Gómez, integrante del equipo de Lactancia Materna del Ministerio de Salud .
Como a dar la teta, la madre, además de alimentar a su bebé, genera un vínculo, “necesita del acompañamiento de todos, del padre, de la familia, de los amigos y del equipo de salud, ya que cualquier situación conflictiva puede ser el punto de partida para el abandono de la lactancia”, señala la obstétrica.
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