Una noche de gran emoción y ovaciones
| 12 de Enero de 2017 | 03:05

El presidente de EE UU, Barack Obama, se despidió de la presidencia con un emocionado llamado a sus compatriotas a la unidad por encima de las diferencias y destacó el legado de sus dos mandatos. En un discurso de una hora en Chicago, la ciudad donde comenzó su carrera política, Obama pasó revista a la situación actual del país y alertó a los estadounidenses que la superación de diferencias se tornó un imperativo.
“La democracia requiere un sentimiento básico de solidaridad, la idea de que más allá de nuestras diferencias estamos en esto juntos. Crecemos o nos hundimos juntos”, señaló el mandatario, y dijo a sus seguidores que el futuro del país requiere el rescate de los valores fundamentales que marcaron la fundación de la nación, para poder superar las diferencias.
Obama decidió pronunciar este último mensaje a la nación desde Chicago porque fue en esa ciudad donde formó su familia y donde lanzó una meteórica carrera política que lo llevó a la Casa Blanca. Durante su discurso de despedida, Obama no logró contener la emoción al agradecer a su esposa Michelle y a sus hijas Malia y Sasha por el apoyo permanente recibido. Desde el inicio, Obama fue recibido con una gran ovación en el centro de convenciones McCormick Place, e incluso fue interrumpido al comienzo de su discurso con gritos de “Four more years” (”Cuatro años más”), a los que respondió cálidamente: “No es posible”.
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