La votación que divide y preocupa a España también se palpita en la Ciudad

La comunidad catalana de La Plata vive el reclamo separatista con expectativa por lo que pueda ocurrir durante el proceso electoral de hoy

Edición Impresa

Lejos, muy lejos de los países catalanes que popularizara el escritor Joan Fuster en buena parte de su obra, en la cercana calle 14 del barrio norte platense, la Casal dels Països Catalans de La Plata vive el proceso separatista de su tierra como si no existieran las distancias. O como si para las emociones no hubiera lejanías ni fronteras. El valenciano Pau Andrés, gestor cultural de la entidad, lo confirma con pasión y acento musical. “Lo vivimos con tensión -reconoce-, porque nuestra postura como colectividad catalana no es apoyar abiertamente la separación sino el derecho a elegir. Lo único que pedimos es que se pueda votar, y que voten quienes están a favor y quienes están en contra”.

Al lado de Pau escuchan y asienten José Ortiga, un platense hijo de catalanes, y Graciela Eterovich Solé, nacida en nuestra ciudad y con nacionalidad española por parte de madre. “Aunque nunca me presento como española -aclara-, sino como catalana”. Los tres viven la posibilidad del referéndum por la separación de Cataluña -ver más información en la sección Exterior- como si sus vidas transcurrieran acá pero su corazón palpitara en tierra catalana.

“En los últimos días se puso muy tensa la cosa y el gobierno español adoptó posturas, como el secuestro de boletas, que recuerdan de algún modo a las practicas del franquismo”, dice Pau, para quien uno de los mayores temores es que los catalanes que no están a favor de la separación no vayan a votar y que sólo digan presente los que apoyan la separación de España. “Eso sería nefasto porque le quitaría validez al referéndum -asegura-. Es importante que el ‘No’ esté presente para darle legitimidad la elección, sea cual sea el resultado”.

Llegado a La Plata hace cinco años por motivos del corazón, Pau es uno de los casi 30 catalanes de La Plata que ya emitieron su voto para el referéndum de hoy. “El registro de catalanes con derecho a voto en el exterior es de 7 mil -precisa Andrés-, de los cuales unos 200 están en Argentina”.

La comunidad catalana en nuestro país, la segunda mayor del mundo, vive minuto a minuto el proceso de independencia pero muy pocos pudieron votar. Esta participación tan baja se explica por las dificultades a las que se enfrentaron los votantes en el extranjero que intentaron sortear la maquinaria desplegada por el gobierno español para cumplir con la suspensión del referéndum dictada por el Tribunal Constitucional. Al ser considerado “ilegal” por el Estado central, las autoridades catalanas se vieron privadas de un censo oficial y tuvieron que instar a los residentes en el exterior a inscribirse antes del 6 de septiembre en un registro voluntario del gobierno regional, requisito fundamental para poder emitir el voto.

Si bien en la Argentina -cuya comunidad catalana es la segunda del mundo tras la de Francia- las entidades catalanas hicieron campañas de comunicación a favor de la inscripción y votación, las “trabas” administrativas y la falta de lazos fuertes con la catalanidad de ciertos descendientes limitaron el número de registrados.

Pero el caso argentino no fue una excepción. Según datos de la administración catalana, de los más de 280 mil catalanes residentes en el extranjero, sólo cerca de 5 mil cumplimentaron el trámite para votar en el referéndum del 1 de octubre. Y los pasos a seguir por aquellos inscritos que desearon participar de la consulta no fueron menos engorrosos.

Tras aceptar la solicitud de ejercicio al sufragio, enviada a principios de septiembre por correo electrónico por la administración electoral catalana, los electores catalanes en el exterior recibieron las instrucciones para imprimir la boleta, emitir su voto y mandarlo por correo a la delegación del gobierno de Cataluña correspondiente antes del cierre de las mesas electorales. Los residentes catalanes en Sudamérica tuvieron que mandar su voto a la sede de Washington, donde los sobres quedarán custodiados hasta el momento de su recuento. Los catalanes en Argentina tuvieron que asumir así un costo mínimo de 300 pesos para poder votar en la consulta secesionista, de acuerdo a las tarifas del Correo Argentino.

Lejos, también muy lejos de esos trámites y acaso ajenos a este proceso, la comunidad española loca vive el referéndum separatista con absoluta indiferencia y, al menos en niveles diplomáticos, sin querer emitir una opinión oficial sobre el tema. “Nuestra idea siempre es la unión -resume Alejandra Alias, pro tesorera de la colectividad española de Berisso-. Sabemos la importancia económica y cultural que tiene Cataluña, pero nosotros desde acá tomamos a España como un todo. Sería muy penoso que se diera la separación”.

Nada distinto a lo que decía Alias era lo que opinaban sus compañeras en la colectividad. Este jueves se juntaron en la sede de la entidad para preparar las paellas que venderán en la Fiesta del Inmigrante y, a decir verdad, a nadie se veía muy preocupado por lo que ocurriría este domingo con la decisión de Cataluña.

“No es que no nos preocupe -explica Alias-. Sucede que para nosotros España es una sola y eso incluye a Cataluña. No podemos pensar en la separación. ¿Qué pasaría después? ¿También elegirían ese camino los vascos, los andaluces y hasta quienes viven en las islas canarias? No creo que haya posibilidad de aceptar lo que piden algunos catalanes”.

proceso separatista

En Argentina, la colectividad catalana, reunida en los 16 centros que existen en el país, vivió el proceso independentista de la región “con mucha intensidad”, según el vicepresidente de la Federación Internacional de Entidades Catalanas (FIEC), Josep Puig Bóo. “La colectividad catalana de América del Sur es, en particular, nacionalista. Acá es muy mayoritario el planteo independentista”, explica Puig Boó, quien explicó que la cuestión fue variando según las épocas, aunque el independentismo viene imponiéndose desde los últimos 30 años.

Si bien el representante de la comunidad catalana en el país reconoce que en Argentina “hay unos pocos unionistas”, asegura que no existe una división en la comunidad local y que el referéndum independentista no “es un tema que nos impida juntarnos a comer. Para nosotros lo importante es poder resolver este conflicto de la manera democrática. Poder resolver un conflicto político de una manera política, votando. Si no hay capacidad de resolverlo a través de las urnas, el conflicto va a ser muy serio”. A su juicio, si no hay capacidad de diálogo entre las partes es porque el “Sí” es el claro ganador.

Ante la escalada del conflicto entre Madrid y Barcelona, la incertidumbre sobre la celebración del referéndum secesionista es total. Pase lo que pase, el vicepresidente de la FIEC pidió el reconocimiento de “un pueblo histórico que ayudó a la Argentina”, en referencia al rol de los catalanes Domingo Matheu y Juan Larrea, miembros de la Primera Junta, en el proceso de independencia argentino.

“La Argentina también se independizó de España -dice Puig Boó. Es muy interesante que yo te diga: ‘no te divorcies, pero yo ya estoy divorciado’”.

 

Testimonios

Graciela Eterovich Solé - Integrante de la colectividad catalana de La Plata

Mi abuelo materno era catalán y desde que se desató este conflicto me pregunto qué hubiese votado él si estuviera en este momento. Y la verdad es que creo que apoyaría al Si y estaría de acuerdo con la separación de Cataluña”

Pau Andres - Gestor cultural de Casal dels Països Catalans de La Plata

 

La comunidad catalana en el exterior, a través de sus distintas casas, coincidimos en apoyar la posibilidad de elegir, independientemente de cuál sea el resultado de la elección. No nos pueden impedir votar”

Alejandra Alias - Pro tesorera de la colectividad española de Berisso

Sabemos de la importancia económica y cultural de Cataluña, pero desde acá tratamos y sentimos a España como un todo”

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE