Una previa atípica en el Unico

Himnos de Oasis, salchipapa y fútbol amenizaron la espera. La Autopista, colapsada, camino a la Ciudad

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El fútbol se convirtió en el gran telonero de ayer, en una jornada atípica para el Estadio Unico que, por primera vez, vio reprogramar un show musical internacional por un partido de la Selección Nacional. En la previa de U2, que tocó anoche y hoy volverá a salir a la cancha, hubo pasión futbolera, salchipapa, rock and roll y hasta un inglés -y vaya qué inglés- que se dio el lujo de cancherearnos por si no entrábamos en el Mundial. En tu cara Noel...

A las 18.40, cuando ya se vislumbraba el principio del fin de la jornada, salió a la cancha Joystick para iniciar la jornada musical ante un Estadio todavía pelado. Los autos de los espectadores se amontonaban ansiosos todavía en la Autopista, mezclados con quienes terminaban su jornada laboral y bufaban por esta “manía” de los grandes recitales en La Plata.

Debido al habitual retraso en la Autopista, y como el plato principal se había retrasado a las 22.20 a causa al partido de Argentina, el ingreso al coloso de 25 y 32 fue a cuentagotas, lento y sin aglomeraciones hasta llegada la noche; recién para el segundo tiempo luciría completo pero mientras tanto los tempraneros tuvieron qué mirar: Joystick primero, luego Noel Gallagher y, por último, el partido entre Argentina y Ecuador que, como dijimos, se convirtió en el gran condimento de la velada.

Joystick, la joven banda ganadora del reality rockero de TN, jugaba de visitante, ante un público más preocupado por tomar ubicación o degustar una salchipapa que por apreciar su propuesta musical dance-rockera.

Pero la indiferencia se terminó casi de un plumazo cuando, pasadas las 19.30, fue Noel el que pisó el escenario del Unico: el ex Oasis fue mucho más que un telonero de lujo, sobre todo para un país que vivió y con furor el auge del britpop y el ascenso y la caída de la banda de los Gallagher, por lo que cuando el mayor de los díscolos hermanos emergió de camarines con sus High Flying Birds ya se vivía clima festivo en un Estadio encendido y que estaba listo para cantar los viejos himnos.

Y Noel accedió contento. Bajo una persistente llovizna, con los instrumentos refugiados en carpitas improvisadas, repasó nuevos y viejos temas de su agrupación, pero tuvo tiempo en su set de una hora para hacer sonar los clásicos escritos por él durante sus días con Oasis, en un cierre épico que hizo soñar a toda la generación de los 90 que los hermanitos dejen de pelearse y se junten para un gran adiós.

Y en rigor, los High Flying Birds sonaron muy bien, pero fue tras el repaso de temas de su nueva banda que el público estalló por primera vez en la noche, cuando Noel soltó “Champagne Supernova”, una de las mejores canciones de la década (“me encanta Argentina porque el público canta, ¿me ayudan a cantar?”, tiró Gallagher demagógico; el público le hizo caso, obediente y emocionado, viajando a través del tiempo a su adolescencia), “Half the World away”, “Little by Little”, “Wonderwall” (clásico fundacional de Oasis) y “Don’t look back in anger” (“esto van a cantar si pierden esta noche”, disparó picante Gallagher), una detrás de otra (interrumpidas solo por “Holy Mountain”), sin anestesia.

Por supuesto, fueron gritadas hasta la disfonía por la hinchada encolumnada debajo del escenario (no tanto por el Estadio entero, más preocupado en Sampaoli y U2) desatando el “olé olé olé olé, Noel, Noel” a pesar de que cuando el público pidió “Live forever” Noel respondió “next time”. Ojalá vuelvan...

Noel cerró su recorrido de pasado y presente con “AKA… What a life” y dio lugar a otra entrada fuerte en una velada cargada de emociones: la Selección se jugaba el pase al Mundial y la noche mezcló las pasiones del rock y el fútbol a la perfección, pasando el partido popular la pantalla gigante que se cernía al costado del escenario. Un aperitivo perfecto.

El ex Oasis fue mucho más que un telonero de lujo, sobre todo para un país que vivió y con furor el auge del britpop y el ascenso y la caída de la banda de los hermanos Gallagher

 

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