La detección de ondas gravitacionales predichas por Einstein revoluciona la ciencia
| 16 de Octubre de 2017 | 17:26

La detección de la fusión de dos estrellas de neutrones a través de su luz y sus ondas gravitacionales ha planteado un revolucionario cambio de paradigma en la astrofísica que, según afirman los especialistas, ya permite hablar de una nueva era en el estudio de los fenómenos que tienen lugar en el espacio.
Este suceso, que tuvo lugar por primera vez en la historia, fue captado el pasado 17 de agosto, cuando telescopios localizados en varios puntos de la Tierra y en satélites que orbitan alrededor del planeta, tomaron imágenes de la fusión de dos estrellas de neutrones. Esta colisión, conocida como kilonova, es un hecho sobre el que se venía teorizando desde hacía treinta años, pero que hasta ahora nunca había sido observado.
Se estima que estas ondas detectadas en agosto fueron emitidas a unos 130 millones de años luz de distancia, lo que lo convierte tanto en el evento de ondas gravitacionales como en la explosión de rayos gamma más cercanos detectados hasta ahora.
El descubrimiento, que fue anunciado en el marco de la Conferencia Astrofísica de Ondas Gravitacionales que se celebra hoy en la ciudad estadounidense de Baton Rouge (Luisiana), permitió a los astrónomos observar por primera vez en el mismo evento ondas gravitacionales y luz (radiación electromagnética).
Científicos resaltan la importancia de que por primera vez se haya podido detectar la emisión de radiación electromagnética. Las ondas gravitacionales son perturbaciones en el espacio-tiempo que viajan a la velocidad de la luz.
Se trata del quinto acontecimiento de ondas detectado hasta la fecha y fueron los observatorios de ondas gravitacionales Ligo (EEUU) y de Virgo (Italia) los que identificaron un estallido de rayos gamma corto que fue seguido por telescopios del Observatorio Austral Europeo (ESO).
"Vimos la luz ultravioleta procedente de este evento de ondas gravitacionales en las imágenes de 750 puntos diferentes del cielo tomadas por el satélite Swift de la NASA", explicó Jamie Kennea, profesor de astronomía de la Universidad de Penn State y responsable del equipo de Operaciones Científicas del Centro de Operaciones de la Misión Swift.
Según Kennea, el primer aviso del descubrimiento lo dio un estudiante de posgrado, Charlie Kilpatrick, quien al revisar las imágenes tomadas por el satélite se percató de un pequeño punto junto a una galaxia conocida como NGC-4993.
Fue el científico alemán Albert Einstein quien por primera vez predijo la existencia de estas ondas, pero su hipótesis no pudo ser confirmada hasta 2015, cuando el Ligo observó el primer evento de ondas gravitacionales, un hecho que ha sido distinguido este año con el Premio Nobel de Física.
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