En torno al Ministerio de Seguridad el paisaje es sinónimo de abandono

La manzana de las calles 2, 3, 51 y 53 es una completa ruina

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“Veredas rotas, segmentos de mármol suelto, pérdidas de agua que anegan las veredas y mampostería a punto de caer son algunos de los signos del deterioro que presenta el edificio del Ministerio de Seguridad provincial”. Con esas palabras comenzaba un artículo de este diario del 3 de agosto de 2016, en el que se daba cuenta del ruinoso paisaje de la manzana ubicada entre las calles 2, 3, 51 y 53. Hoy, a más de un año, ese cuadro apenas cambió y allí donde lo hizo fue para peor.

No sólo no se realizaron acciones para poner en valor al patrimonial edificio -uno de los que se levanta sobre el Eje Fundacional- sino que en las inmediaciones se agravan la dejadez y el abandono: las filtraciones de agua y de desperdicios cloacales se multiplican; las veredas están en ruinas y caminar por allí es un calvario; y los vecinos están cansados de la basura que se desparrama de los contenedores.

“No les importa nada. Es todo una mugre, tiran cualquier basura en la calle, estacionan donde quieren con total impunidad”, dijo Juan Carlos Petella, frentista del barrio, no sin razón.

La descripción de esas cuatro cuadras podría comenzar por la entrada principal a la dependencia provincial, sobre calle 2. Una imagen panorámica muestra allí no más que algunos tramos de las veredas rotas y el pasto de los jardines algo crecido. La fachada del edificio está un poco descuidada; las fuentes, que en algún momento dieron un toque majestuoso a la construcción, son ahora solo instalaciones secas que dejan ver cañerías obsoletas, hojarasca y basura. Además falta mantenimiento en la escalera de acceso y varios peldaños quedaron con segmentos al desnudo, sin la piedra que lo revestía.

Siguiendo la recorrida por la parte de calle 53, es donde más se aprecia el deterioro. Para empezar hay autos estacionados sobre la vereda impidiendo el paso de los peatones y arruinando más el embaldosado. Para colmo, desde el estacionamiento interno brota un desborde cloacal que formó una pileta y llega hasta la calle, generando charcos insalubres y olor nauseabundo.

Sobre 3 el paisaje no mejora. Allí la vereda es más estrecha, pero queda reducida aún más porque faltan hileras enteras de baldosas. Como “puentes” entre esos pozos han colocado tablas de madera que con la acumulación de agua se pudrieron y tampoco son fiables para pisar.

Sobre la acera de esa misma cuadra instalaron contenedores municipales sin tapa que ya en las primeras horas de la tarde rebalsan de basura. “Es un foco infeccioso total. Además no hacen una separación de residuos. Pueden tirar desde papeles hasta un escritorio roto”, contó una vecina, indignada.

Por 51 ya no hay que hacer tanto equilibrio para caminar, pero si se levanta la vista hacia la pared del edificio se puede ver lo mismo que en el resto del perímetro: falta de revoques y pintura en distintos lugares de la fachada; las molduras están rajadas y desde allí crecieron plantas que en algunos casos alcanzan el metro de altura. También se notan rejas de las puertas y de las ventanas oxidadas.

Cuando el año pasado se describió esta misma situación, fuentes oficiales habían consignado que recién durante 2017 se harían tareas de mantenimiento “porque este año (por el 2016) hubo otras prioridades”. Hasta ahora lo único que hicieron ha sido quitar las garitas de seguridad que había en las esquinas, pero sin dejar la vereda en condiciones.

Ahora desde el ministerio informaron que para la reparación de las veredas se está evaluando un proyecto para comenzar con su refacción y que respecto a la fachada del edificio ya hay un plan en ejecución, pero que se comenzó a implementar realizando obras en las comisarías de la Provincia, “que son la prioridad”.

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