Un debate que atrasa “apenas” medio siglo

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Luis Moreiro

lmoreiro@eldia.com

La ciudad de Córdoba fue la adelantada. En 1969, por orden de su intendente Hugo Taboada, inició los trabajos para que la calle 25 de Mayo se transformara en peatonal. La calle Florida, en la ciudad de Buenos Aires, dio ese paso en 1971 y tres años después, en 1974, la calle Córdoba de Rosario se sumó a la variante de las peatonales.

La Plata, a casi medio siglo de aquellas gestas, y luego de variados y frustrantes antecedentes, vuelve a instalar un debate perimido y superado en el tiempo de lo que se entiende, debe ser una urbe del siglo XXI.

Es que la habilitación de una calle exclusiva para los peatones no quita ni agrega nada, si tal esfuerzo no va acompañado de un verdadero plan de modernización urbanístico que apunte, como se dijo, a facilitarle la vida a los vecinos y que supere el mero y antiguo snobismo de tener una arteria peatonal.

¿Hay detrás de este proyecto una política clara de transformar el microcentro en un área peatonal en su conjunto? ¿Se evaluaron las ventajas y desventajas de cerrar calle 8 al tránsito vehicular? ¿Está medido el impacto económico que tendría tal medida? ¿Se pensó en variantes que faciliten, por caso, el estacionamiento en áreas aledañas? ¿Qué atractivos se le agregarían a calle 8 -independientemente del polo comercial- para sumar nuevo público?

Cambiar, modernizar, dotar a la ciudad capital de la Provincia más importante del país de elementos que renueven la distinción que históricamente supo tener, invita a soñar. Pero para soñar, hay que hacerlo en grande. Así como lo hicieron aquellos que en 1882 quedaron en la historia como los hacedores de un nuevo concepto urbanístico a nivel mundial.

De allí, de aquella historia, es que venimos. Tiene esta Ciudad -sus habitantes y su clase dirigente- la obligación, entonces, de ser conteste de aquel pasado.

 

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