Un accidente provocó una batalla campal en Ensenada y dos policías resultaron heridos
Edición Impresa | 20 de Noviembre de 2017 | 01:53

La locura que envuelve a la calle en general y al tránsito en particular se traduce en lastimados y muertos. Aunque también se ve en el montón de peleas e incidentes vinculados a la cuestión. En un terreno caótico, no rige ninguna ley.
Un caso que lo deja en evidencia se registró ayer a la mañana en Ensenada. Sucedió en un barrio alejado del centro de esa localidad, en la esquina de Perú y Sáenz Peña, explicaron fuentes policiales.
Como quisieron llevarse una moto de prepo, apedrearon a los efectivos
Ahí se produjo un choque entre un auto y una moto, uno de los tantos siniestros viales que se suelen dar día tras día en la Región, acaso el que más se repite.
Los voceros oficiales dijeron que el muchacho de 20 años que iba en la Honda Titán resultó lesionado. No se aclaró en qué grado, aunque habría sido leve.
El otro vehículo involucrado fue un Chevrolet Corsa Classic manejado por un hombre, que habría salido ileso.
agresión a policías
Hasta ahí, nada distinto a lo que supone un incidente de estas características. El conflicto se suscitó cuando los policías de la zona fueron a controlar el escenario.
Como lo indica su manera de trabajar, los agentes cuidaron que la moto implicada en el accidente quedara ahí, hasta que los peritos fueran a hacer su trabajo.
Sin embargo, algunos allegados del motociclista se opusieron a eso y “quisieron llevarse la moto de prepo, sin esperar a la Científica”, explicaron los mismos informantes que consultó EL DIA.
Una actitud de esa naturaleza encontró la oposición de los efectivos. Así se desató una confrontación en la que los “familiares” del joven atacaron a “golpes y piedrazos” a los dos uniformados.
Una mujer del Comando de Patrulla de Ensenada y un hombre de la Policía Local fueron las víctimas. Ambos salieron lastimados, con lesiones leves, de acuerdo al examen médico que les realizaron más tarde.
En el medio del ataque, los efectivos alcanzaron a pedir apoyo y a reducir a un joven de 21 años, allegado al motociclista.
Una vez que lo trasladaron a la comisaría Primera, se le notificó que se le iniciaban varias causas: lesiones, amenazas y daño calificado.
La última imputación tuvo que ver con que uno de los cascotazos rompió el vidrio de la puerta delantera derecha del patrullero de la policía Local.
La situación se enmarca en un contexto donde los accidentes suelen crispar los ánimos de quienes están involucrados en un accidente, o en este caso, de sus amigos o familiares. La policía, en la primera línea de fuego, es la más expuesta.
berisso
Otro episodio, cuanto menos confuso, se registró el fin de semana a partir de un incidente vial. Como publicó este diario en su edición anterior, fue luego de que en 66 y 127 de Villa Progreso, Berisso, chocaran dos autos, el sábado a la tarde.
Un hombres iba al volante de cada vehículo. Mientras que el primero se quedó esperando en un Renault Mégane, el segundo abandonó el Chevrolet Aveo que manejaba.
En ese segundo auto, los policías que fueron a corroborar lo sucedido hallaron algo muy llamativo: 10 mil pesos en efectivo, un arma calibre 32 con la numeración limada y seis cartuchos intactos.
Antes de que el primer patrullero arribara a escena, ese sujeto salió corriendo y se perdió de vista.
Lo que les quedó a los agentes fue dejar todo asentado y secuestraron el auto, la plata y el arma. Lógicamente, se inició una investigación en la que se procura establecer el origen de cada cosa.
Al tiempo que se investiga si algo de eso era robado y si el que manejaba provenía de cometer algún delito. La tarea por el momento se sustenta con distintas diligencias investigativas. Hasta ahora no se notificó ningún resultado al respecto.
Lo que ambos episodios dejan en claro es que las expresiones de la violencia y de la delincuencia sin control quedan plasmadas hecho tras hecho en la calle.
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