Sospechan de un presunto mensaje mafioso en el ataque a tiros contra una casa en Tolosa

La presencia de armas, clandestinas en su enorme mayoría, marca una relación directamente proporcional con el grado de virulencia con el que se terminan dirimiendo viejas cuestiones entre vecinos, o en la manera en la que una persona amenaza a otra. Claros ejemplos de eso fueron cuatro agresiones a balazos ocurridas con diferencia de pocas horas en la Región. Que no haya habido muertos fue más por obra de la casualidad que de la voluntad de los tiradores.

Tal vez el episodio más grave, por la víctima implicada, fue el que se dio en 526 entre 116 y 117, en El Churrasco, Tolosa. Eran alrededor de las 21 del martes cuando uno o varios sujetos llegaron hasta la puerta de la casa de Marcela Rosadilla, una autoridad del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS).

Los desconocidos abrieron fuego contra el frente de ese domicilio. Todo haría indicar que sabían que se trataba de la vivienda de la directora provincial de Residuos Especiales y Patogénicos de esa dependencia.

En el racconto de los hechos, fuentes policiales supieron que los delincuentes dispararon cuatro tiros. Los balazos dieron en el portón de entrada del garaje: esa abertura y los vidrios terminaron agujereados por los plomos.

Ninguno de los tiros alcanzó a herir a nadie. La madre de la funcionaria, de 82 años, denunció ante la policía que, al momento del ataque, “creyeron que era ruido de pirotecnia” y lo desestimaron.

Recién a la mañana siguiente se encontraron tres vainas servidas en la vereda, más un par de casquillos de calibre 4 ½, precisaron esos mismos voceros. Todo el material fue secuestrado por los peritos que trabajaron luego en los primeros pasos de la investigación que se abrió, todo enmarcado en una causa que, por el momento, se catalogó como “daños”.

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Durante esas averiguaciones, los detectives se enteraron de que “un vecino vio cómo un desconocido se bajó de un auto Volkswagen Bora” justo a la misma hora de la balacera. En este marco, todo dato es valioso, al igual que la declaración testimonial que Rosadilla seguramente deberá hacer en la comisaría de Tolosa.

amenazas

No es la primera vez que atacan la casa de esa autoridad del OPDS. Un mes atrás, desconocidos llegaron hasta el lugar y quemaron la puerta del domicilio, según recordaron fuentes que ya trabajan en el esclarecimiento y en la búsqueda de responsables.

Pero, ¿qué es lo que motiva a los delincuentes a vandalizar ese lugar una y otra vez? La principal pista de investigación tiene que ver directamente con el trabajo de Rosadilla.

En el caso de los dos baleados, se dirimieron viejos antagonismos urbanos

A partir de esa teoría, “lo que se cree es que esto puede ser un ‘vuelto’ que tiene que ver con la decisión de quitarle la licencia a varias empresas químicas, relacionadas con la contaminación de ríos y arroyos con afluentes tóxicos”, puntualizó un detective.

Es decir, que las amenazas serían en reproche a su actividad. Los voceros no pudieron especificar si las empresas presuntamente afectadas son de la Región, ni el tipo de infracción en la que habrían incurrido. Pero la vinculación con las decisiones del OPDS fueron casi inmediatas y por estas horas son dominantes respecto de otras posibilidades.

Este medio se comunicó a la casa donde sucedió el ataque, pero prefirieron mantener el silencio, con una voz que dejaba en evidencia el nerviosismo por la situación.

en las periferias

En ciertos sectores de la periferia de la ciudad, donde la violencia es moneda corriente, se dieron dos episodios salvajes que, otra vez por casualidad, terminaron con heridos leves en lugar de graves.

Uno fue en 17 y 80 de Altos de San Lorenzo, donde un joven de 28 años fue agredido a balazos. De la declaración ante la policía se supo que él “se encontraba en la puerta de su casa cuando pasó una persona que le disparó varias veces. Uno de de los plomos le impactó uno en su muslo derecho”.

El hombre fue trasladado junto con su madre por un vecino a bordo de una camioneta, hasta la guardia del Policlínico. Cuando los agentes quisieron averiguar lo que pasó, encontraron reticencia en la víctima.

“Dijo que todo fue por un problema de vieja data con un sujeto al que nombró por su apodo, y se negó a dar otros datos para que se inicie la investigación”, señalaron fuentes policiales.

Parecido fue lo que ocurrió, también en las últimas horas, en un barrio de Berisso. Un muchacho de alrededor de 25 años fue lastimado en los pies, luego de que alguien pasara a bordo de un auto negro y abriera fuego en el frente de una casa de 163 entre 18 y 19.

Los policías de la jurisdicción reportaron que se formó un tumulto en el lugar, y que la víctima adujo no querer asistencia médica porque sufrió heridas superficiales.

“Su hermano sólo dio algunos datos sobre los que dispararon pero se metió en la casa junto con el chico lastimado. Ninguno de los dos quiso hacer la denuncia”, marcaron los agentes, que destacaron la “falta de colaboración” de ellos. De todas maneras, por el caso se inició una investigación de oficio. Una de las tantas que se abren día a día, en un marco de violencia en aumento.