“El ciclo es nuestro ”: un espacio para mostrar historias de mujeres narradas por mujeres

Hace algunas semanas Nadia y Paula Rusconi, Mariana Sorgentini y Aldana Siri decidieron crear un ciclo de cine hecho por mujeres como una forma de plasmar su lucha feminista: el ciclo, que lleva tres ediciones y terminará mañana, proyectó en su primera edición “Una canta, la otra no”, clásico de la belga Agnès Varda, como punto de partida que ofrecía un recorrido sobre las reivindicaciones del feminismo y mostraba la lucha hermana; para pasar luego a la opresión que se vive en Oriente con “La bicicleta verde”, de la directora Haifaa al-Mansour, de Arabia Saudita. El pasado jueves la perspectiva mostrada fue distinta: la mujer se volvía vampira en “Una chica vuelve a casa sola de noche”, clásico moderno de la británica Ana Lily Amirpour, y en esa clave de cine que invite a la resistencia cerrarán el recorrido (al menos hasta el año que viene, avisan) mañana por la noche.

La iniciativa que terminaría en el ciclo de cine de directoras mujeres “El ciclo es nuestro” nació “para visibilizar la existencia de un montón de mujeres que dirigen y, sobre todo, su mirada, las historias que cuentan desde la perspectiva de una mujer: eso es algo totalmente diferente, cuenta algo totalmente diferente a lo que estamos acostumbrados en el cine”, explica Nadia Rusconi. “Ahí está la voz de la mujer”, agrega Aldana Siri al respecto, mientras que Paula Rusconi suma que “no queremos más historias de mujeres contadas por varones. El saber lo construimos nosotras, porque lo vivimos”.

“Ser mujer, salir a la calle, que te digan un piropo... son cuestiones súper experienciales, son un montón de variables que forman la subjetividad de la mujer”, afirma Nadia, para quien “por eso, el hecho de ser mujeres descubre un mundo distinto que al varón en algo se le va a escapar” a la hora de filmar. Su hermana Paula concuerda, pero objeta a la vez: “No se si importa tanto si al varón se le va a escapar o no, no queremos trascender el discurso masculino, sino mostrar el discurso femenino. Va a ser distinto el discurso, se generan otras cosmovisiones”.

“No es una cuestión de contestar al varón, sino de dar visibilizar a esas formas de decir que además son diversas de mujer a mujer. Tenemos formas de decir y las podemos decir. No es que el cine contado por varones sea nocivo, sino que la visión de las mujeres tenga tanto peso como cualquier otra”, opina Aldana.

Las cuatro organizadoras coinciden, además, que una de las claves del ciclo residió en buscar películas que muestren una mirada de mujer pero escapen a la victimización y transformen la opresión en resistencia y expresión. “Queremos mostrar estas películas que muestran a la mujer no desde el lugar de víctimas, sino desde un lugar reivindicativo, más empoderado, donde las mujeres consiguen salir del lugar de víctimas, del lugar de tener que resistir a las opresiones. Queremos transformar esa opresión, y trasgredirla”, analiza Nadia, un lugar distinto al que el cine comercial le ha dado históricamente a la mujer, aunque ahora la industria intente solventar los prejuicios del pasado.

Una movida que el grupo mira con desconfianza. “Ninguna posibilidad abierta desde Hollywood va a ser la mejor: es un reacomodo que exige la actualidad, pero sigue cumpliendo un montón de normas”, dice Siri, mientras Rusconi agrega que “el capitalismo y el patriarcado son muy hábiles para reacomodar lo que surge y reapropiárselo, pero hay que ver si lo que cuentan es lo que el feminismo quiere decir”.

La tendencia, afirma Sorgentini, “está orientada a cumplir con lo políticamente correcto”. Y, además, escritas mayoritariamente desde la perspectiva masculina (en Hollywood siguen imperando los directores y guionistas hombres) siguen otorgando a la mujer ciertos roles que no necesariamente coinciden con las posibilidades que las mujeres quieren para sí. “Por eso está bueno rescatar la mirada de las mujeres directoras: en el ciclo hacemos hincapié en mostrar esa mirada de mujeres, sobre diferentes temas, con diferentes abordajes y perspectivas”, analiza Mariana: el ciclo busca diversidad dentro de la mirada de las mujeres, reflejar “historias distintas, donde las mujeres tengan roles distintos”.

En ese sentido, dice Nadia, la cinta proyectada el jueves pasado, “Una chica vuelve sola a casa de noche”, es clave porque muestra a “la mujer ejerciendo maldad. Nos acostumbraron para ser buenas, dulces, cuidar al otro”, explica: en la cinta de Amirpour la protagonista se rebela a ese mandato con potencia, y la última cinta del ciclo se mostrará mañana a la noche, desde las 20.30, en En Eso Estamos, 8 Nº460, en esa misma sintonía.

Para agendar

Qué: Última función del ciclo de cine de directoras mujeres “El ciclo es nuestro”

Dónde: 8 Nº460

Cuándo: Mañana a las 20.30