Tres personas heridas por un devastador incendio que afectó a una casa y un local en Romero

Fue ayer al mediodía en 164 y 526. Dos de las víctimas sufrieron una intoxicación con monóxido de carbono y la restante, quemaduras

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Otra vez el fuego se ensañó con una familia de Melchor Romero. En la edición anterior, este diario dio a conocer un dantesco incendio, que había consumido 12 viviendas precarias en esa misma localidad. Y cuando los vecinos se las ingeniaban para ayudar a los damnificados, ahora esa lista pasó a engrosarse con las nuevas víctimas. En este caso, con quienes manejaban un pequeño almacén para ganarse la vida.

De acuerdo a la información oficial que recibió este diario, el siniestro, cuyas razones ahora se intentarán determinar, ocurrió en la calle 164 entre 526 y 527, donde funcionaba el local.

Las fuentes detallaron que las llamas se tornaron incontrolables y, para cuando llegaron los rescatistas a la escena, ya era demasiado tarde.

“El fuego también destruyó una casa de chapas y dañó una lindante de manera parcial”, agregaron.

Los mismos voceros mencionaron que “tres personas tuvieron que ser derivadas por cuestiones médicas. Dos con un cuadro de asfixia, tras haber inhalado bastante monóxido de carbono, y la restante por quemaduras en un brazo”.

Fue una dotación de bomberos del cuartel Abasto la que tuvo que trabajar para controlar el foco ígneo y así evitar que las pérdidas sean todavía mayores.

En el informe oficial se habló de “heladeras, mostradores, garrafas, una cocina y hasta una moto”.

Se supo que personal policial de la jurisdicción prestó colaboración en el operativo.

FUERA DE CONTROL

Respecto del antecedente inmediato en esa zona vulnerable de la Ciudad, el hecho tuvo lugar en 184 y 517.

Como publicó EL DIA, el incendio arrancó en una casilla, pero se propagó muy rápido a otras once, devorando todo a su paso.

Milagrosamente nadie salió lastimado, pero muchas familias quedaron en la calle y varios de los damnificados tuvieron que recibir asistencia médica por inhalar humo en el intento por salvar algunas cosas o por descompensarse a causa del mal rato que les tocó vivir.

El barrio tiene una buena parte de sus casas de maderas y chapas, aunque el fuego alcanzó también a unas cinco de material.

Los peritajes determinarán qué fue lo que desencadenó el siniestro, pero los especialistas estiman que fue como consecuencia de una sobrecarga o chispazo en una instalación eléctrica precaria.

Eso bastó para que las llamas ganaran fuerza e intensidad alimentadas por los materiales de la vivienda donde estaba la conexión, y los del resto.

“Fue un incendio de mucha magnitud”, confirmó una fuente que trabajó en el operativo, quien se mostró sorprendido por la “rapidez con la que se propagó”, aunque, especuló “pudo haber influido la dirección del viento y el intenso calor”.

Por último, en 527 entre 143 y 144 se produjo otro incendio, en el que al menos tres menores y sus padres debieron ser rescatados de entre las llamas.

 

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