Asesinaron a puñaladas a un jubilado para robar $ 60 mil de una carnicería

La víctima tenía 63 años y vivía en el fondo. El hombre que le alquilaba el local encontró su cuerpo. Tenía tres cortes profundos en la zona intercostal. Suponen que sorprendió a los delincuentes y lo atacaron

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A Rubén Oscar Agnes lo conocían todos como “Cachi”, tenía 63 años y vivió siempre en el lugar donde en las últimas horas lo mataron a puñaladas, al parecer porque descubrió o intentó evitar el robo en una carnicería que era parte de su propiedad, pero no explotaba. Por el homicidio no hay todavía detenidos, aunque sí algunas pistas, varias horas de filmación pendientes de visualización, testimonios de algunos vecinos y la certeza de que faltan 60 mil pesos del local comercial, confirmaron fuentes oficiales.

La víctima fue identificada como Rubén Oscar Agnes (63), quien, según determinaron los forenses que hicieron la autopsia, fue asesinado de tres puñaladas en la zona intercostal izquierda, alrededor de las 11 de la noche del martes, en 13 entre 72 y 73.

El cuerpo fue encontrado varias horas después, cuando el carnicero que le alquilaba el local a “Cachi” fue a abrir su negocio a las 6.40 de la mañana. Entró por el pasillo de cinco metros que conecta al comercio con el patio de la casa de la víctima, ubicada justo al fondo, y no tardó en advertir que la puerta interna de su negocio estaba violentada y abierta la del patio de “Cachi”.

A él lo vio tirado boca abajo en ese sector, vestido con un pantalón de jean gastado, un pulóver azul y zapatillas de lona blanca, inerte sobre su propia sangre. Sin perder tiempo, el carnicero llamó al 911. Para las 7.30 de la mañana aquella cuadra había cambiado su ritmo habitual por el cualquier escena de un crimen.

Los primeros en llegar fueron los policías del Comando de Patrulla, quienes al comprobar la veracidad de la denuncia convocaron a sus pares de la comisaría Octava y estos al fiscal en turno, Marcelo Martini.

Arribaron también los detectives del Gabinete de Homicidios de la DDI que encabezarán la investigación y los policías de Científica que levantaron evidencias, rastros y analizaron el cuerpo en el sitio donde fue hallado, estableciendo -por las livideces- que habría muerto nueve horas antes.

Los peritos secuestraron varios cuchillos para determinar si alguno fue usado como arma homicida. En principio, ninguno tenía restos de sangre visibles, dijo un investigador.

“Estamos investigando”, dijo el fiscal Martini en la puerta del comercio, antes de anticipar que ya había dado “todas las órdenes de instrucción” para avanzar en la causa caratulada como “homicidio en ocasión de robo”.

“Se presume que la víctima sorprendió a delincuentes forzando la puerta lateral de la carnicería y fue atacada con un arma blanca”, especuló un jefe de la investigación.

La secuencia habría sido así: “Cachi”, que vivía solo en la casita del fondo, escuchó ruidos en el local de su inquilino, salió a ver y lo sorprendieron en el patio; o los intrusos lo redujeron sabiendo que nunca echaba llave a la puerta de su casa, lo lastimaron (quizás porque reconoció a alguien) y, malherido, caminó hasta desplomarse en el patio.

Lo concreto es que de la casa de la víctima no falta nada (ni siquiera se llevaron su teléfono celular) por lo que parece claro que el objetivo del o los criminales era la plata de la carnicería. ¿Sabían que el dueño dejaba el efectivo allí? Los pesquisas suponen que sí, como también que estaban al tanto de que era relativamente sencillo entrar por la puerta del pasillo y no por los amplios ventanales de la calle, protegidos por persianas y expuestos a la mirada de todos los que pasan por la avenida 13.

Por eso no pasaron por alto el dato de que hace “unos 10 días el carnicero echó a un empleado”, según circuló en el barrio, muchacho que ya identificaron e interrogaron en la sede de la DDI. Por ahora es un testigo más, como todos los vecinos que fueron contando lo que vieron, se enteraron o escucharon.

Los investigadores ya secuestraron el material que filmaron las cámaras privadas y de monitoreo municipal instaladas a unos metros de la escena del homicidio, aunque esto requiere varias horas de visualización antes de obtener algún indicio para la causa.

Por ahora tampoco está claro cuántas personas participaron del hecho, porque “no hay pisadas ni otros elementos para determinarlo”, comentó un jefe policial.

Aunque no parezca un móvil probable, los pesquisas no dejan de investigar si Agnes enfrentaba algún conflicto personal o había recibido amenazas. Lo concreto es que con este crimen ya son 42 las personas que fueron asesinadas este año en la Región, 21 de ellas en un robo.

Dato

Rubén Oscar Agnes tenía 63 años y vivía solo, según contaron en el barrio, pero tenía familia. Era separado y sus hijos, mayores de edad, viven en Berisso, explicaron los amigos de la cuadra. En el local donde se produjo el robo antiguamente tuvo una carnicería su padre.

 

 

 

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