Doble femicidio en Punta Lara: el prófugo estuvo preso por prostituir a su mujer

Lo denunció su suegra. Hugo Hidalgo aclaró que su esposa había accedido, con “fines comerciales”

Hugo Orlando Hidalgo (40), el hombre que es intensamente buscado por el doble femicidio en Punta Lara, intentó sacar dinero de un cajero electrónico de la Región, y aunque no pudo hacerlo porque su cuenta está bloqueada, los investigadores que detectaron ese movimiento están convencidos de que “no puede estar muy lejos”, dijeron fuentes oficiales.

Lo concreto es que Hidalgo no aparece y en las últimas horas llegó desde Paraguay la información de que en aquel país había sido detenido años atrás por violencia familiar y trata de personas, confirmaron los mismos voceros.

Por otro lado, se postergaron hasta el próximo domingo las autopsias a los cuerpos de Maruja Chacón Pérez (50) y su hija Shirley Cielo Barrientos (15), que estaban previstas para hoy. No trascendió el motivo, pero podría tener relación con el avanzado estado de descomposición en que los encontraron la madrugada del martes pasado.

Como se ha venido informando, las víctimas fueron enterradas desnudas, envueltas en bolsos de nailon y frazadas, debajo de la parrilla de una casa situada en Almirante Brown 319, en Punta Lara.

El estudio forense permitirá aclarar, entre otras cosas, cómo las asesinaron, cuándo y si fueron atacadas sexualmente. De sus últimos movimientos, se sabe que el sábado 28 de enero Maruja y su hija salieron de su casa de Ensenada para ir a encontrarse con un amigo.

Ese hombre sería Hidalgo, al que ellas habrían conocido unos dos meses antes, con el nombre de Hugo Marcos Amiel.

La casa de Punta Lara es de un compañero de trabajo del acusado, quien se la prestó para pasar unos días de verano.

¿PROXENETA?

Por lo que trascendió en las últimas horas, Hidalgo fue detenido el 10 de abril de 2014 en la Fracción Santa Teresa, de Paraguay, después de que su suegra lo denunció por violencia familiar y trata de personas.

Según la información periodística del vecino país, lo capturaron agentes de la sección Investigación de Delitos de la Policía Nacional en coordinación con el fiscal Samuel Valdéz, quien acusó a Hidalgo de obligar a su esposa, con la que tuvo dos hijos, a ejercer la prostitución.

A esta mujer de nacionalidad paraguaya que entonces tenía 34 años, Hidalgo la conoció en Argentina, “donde se casaron y luego se vinieron a vivir en Pedro Juan Caballero”, destaca un reporte de Radio Oasis, de aquel país. La pareja se habría instalado allí a fines de 2013.

El acusado admitió que su mujer se prostituía, pero argumentó que fue “de mutuo acuerdo, porque estaban atravesando una difícil situación económica”. Cuentan las crónicas de aquel entonces que en la casa que compartían se encontraron “tarjetas personales con la fotografía de la dama ofreciendo ‘servicios privados, para hombres y mujeres, solos o grupal, a domicilio, motel o en el auto’ adjuntándose una línea telefónica que el sujeto había habilitado para los clientes, que podían ser tanto hombres como mujeres, heterosexuales o gays”.

Hidalgo admitió que no le sorprendía “tanto la denuncia por violencia familiar”, pero negó los cargos de trata de personas porque, explicó, “no tienen a gente trabajando en eso”. De hecho, aclaró que “él mismo se encargaba de repartir las tarjetas con el teléfono y la fotografía de su esposa a eventuales clientes, junto a quienes él mismo la llevaba”, cita el mismo medio, y agrega que el acusado insistió en el argumento de los “fines “comerciales”.

El portal Pedro Juan Digital reveló que Hidalgo se quejaba de su mala suerte, y “hasta afirmó que quería irse de este mundo porque lo había perdido todo”.

Fuentes de la investigación aseguraron ayer a este diario que esperan la confirmación oficial de esta información, aunque no dudan de que se trate de la misma persona, por sus datos, su fisonomía y los tatuajes. Aún no tienen determinado cuándo fue que la justicia paraguaya excarceló a Hidalgo, pero prestaron mucha atención a los cargos que le imputaron, ya que una de las hipótesis del doble femicidio es que el homicida habría intentado prostituir a las víctimas (ver aparte).

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